En un recorrido por algunos planteles de la ciudad, se evidencia que los años no perdonan en cuanto a la necesidad de arreglos estructurales.
Fabiola Barrera | La Prensa de Táchira
Y es que las afectaciones en techos, paredes, puertas y baños son una constante en muchas instituciones públicas en San Cristóbal.
Docentes, quienes por temor a represalias pidieron reservarse sus nombres, dieron un recorrido por las aulas y pasillos, para mostrar que es urgente la necesidad de reparar fallas que a la larga ponen en peligro la infraestructura de estos planteles.
Los techos presentan serios problemas de filtraciones. Esto ha ocasionado que el cielo raso se deteriore, afeando las aulas y los pasillos, pues el agua ya ha deteriorado la pintura de las paredes y puertas de salones.
«Ya en este salón no tenemos ni puerta porque el agua la abombó. Todo hay que quitarlo de allí porque se nos daña», dijo una de las encargadas de uno de los centros iniciales públicos más importantes de la ciudad.
Sin luz
Dado el poco presupuesto que hay en las unidades educativas, docentes de manera coordinada con padres y representantes, se han visto en la necesidad de modificar parte del cableado de los salones y en lugar de velas incandescentes, instalar bombillos convencionales, ya que éstas son muy costosas para ser adquiridas por los familiares de los alumnos.
Por ello montaron sócates de forma artesanal y solo sustituyen los bombillos cuando así es requerido.
Otro detalle que angustia a los docentes, es la presencia de comejenes en el techo y paredes de los salones de los planteles. Dado el tiempo que tienen sin fumigar para este tipo de plaga, los mismos ya tienen colmenas enteras que se ven y que parecen grietas, ante el ojo no conocedor.
El hampa
Piden a gritos los docentes que, sobre todo mientras dure la pandemia, que las instituciones sean vigiladas por cuerpos de seguridad, ya que hay quienes aprovechan la poca seguridad que hay en estas instalaciones y hacen de las suyas.
Un caso emblemático es el CEI Carlos Rangel Lamus, cuya dirección quedó desmantelada, tras el último hurto registrado en ese plantel. Los delincuentes arrasaron con todo. Desde papelería hasta los pocos equipos de computación, por lo que no tienen manera de digitalizar los registros de los estudiantes ni de tramitar constancias de manera expedita, ya que no cuentan con ningún equipo tecnológico.
Poco personal
En materia de personal, docentes y coordinadores explican que si bien, antes de la pandemia ya había poco personal, con la llegada del COVID-19 y la agudización de la crisis en el país, muchos docentes, personal administrativo y obrero renunció al Ministerio de Educación, complicando aún más las cosas, ya que se han visto en la necesidad de unir secciones, ante la falta de docentes en algunos salones.
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