El desplazamiento forzado se ha venido incrementando en la frontera entre Colombia y Venezuela debido a los crudos enfrentamientos armados que se están dando, especialmente de lado venezolano, entre disidencias de las Farc y grupos del Ejército Popular de Liberación. En medio de la violencia han quedado hasta el momento 2.687 personas y 808 familias que debieron huir de Venezuela en lo corrido de 2022.
Según inteligencia militar de Colombia, los frentes 10 y 28 de las disidencias de las Farc, quienes tienen caletas con municiones, uniformes y material alusivo al grupo criminal en El Amparo, Apure Venezuela, tienen alianzas con miembros del ejercito venezolano y el grupo terrorista del ELN.
De esta manera lo expresó el Ministro de Defensa Diego Molano: “Ese pacto que se rompió entre estos grupos tiene unos efectos de violencia y retaliaciones en Colombia”.
El Comandante de la octava división del Ejército, General Jorge Eduardo Mora, también compartió la opinión del ministro de defensa y aseguró que la violencia presentada en estos territorios es por el vencimiento de esta tregua: “Ellos antes de todo esto tenían un pacto de no agresión y trabajaban de manera coordinada, pero al presentarse el rompimiento de este pacto estos homicidios se deben a esta disputa demencial y terrorista que hay entre los grupos”, señaló el General Mora.
El jefe de la cartera de Defensa, aseguro que ha observado que las fuerzas militares bolivarianas valoran que grupos como el ELN y las disidencias puedan ser su primera línea de densa en la frontera.
De igual manera Diego Molano señaló que hay una evidente relación de narcotráfico entre los dos grupos con disputa de rutas y manejos de vuelos clandestinos. Los vuelos clandestinos que tiene documentados la inteligencia militar de Colombia se realizaron desde pistas clandestinas en Apure, Zulia y Táchira.
Aparentemente la fractura del pacto entre estos grupos y la fuerza oficial habría generado el incremento de violencia exponencial que hay en ambos países. A tal punto que ya ha generado una gran inquietud en Venezuela, que mira como estructuras propias de la guerra y violencia colombiana rigen en el país orinoco.
Vladimir Padrino López, Ministro de Defensa de Venezuela aseguró en declaraciones: “Se pretende ‘colombianizar’ Apure por la vía de la ‘paraeconomía’ y por la vía de emplear y utilizar bandas paramilitares urbanas”. El país es víctima de esta violencia desatada, y hay que verlo siempre con una mirada geopolítica. No podemos entender lo que pasa en Venezuela, sino entendemos lo que pasa en Colombia”, comentó el jefe de esa cartera.
Otro de los lamentables reflejos de la guerra colombiana en el país vecino son las ‘minas quiebra patas’ que representan uno de los hechos más tristes sobre el conflicto colombiano, a esto también se refirió el ministro Vladimir Padrino.
Mientras hablaba de mantener la ofensiva y el cuidado del ejercito nacional para resguardar Apure comentó: “Artefactos explosivos improvisados que llevan metralla, pólvora, y hacen mucho daño”, recalcando que las minas son de fabricación colombianas. Además solicitaron ayuda a Naciones Unidas para realizar el desminado.
No es solo es desplazamiento forzado o las minas quiebra patas, las modalidades del conflicto armado colombiano que están mutando al país vecino son cada vez más constantes, un ejemplo de esto es el reclutamiento a los grupos ilegales, un hecho que sufre Colombia y ahora lo observa de cerca Venezuela.
Grupos armados están reclutando a venezolanos, incluidos indígenas y niños. Según un informe de inteligencia militar, tres de cada diez nuevos reclutas son del vecino país. La situación económica es un factor que los atrae a las organizaciones armadas ilegales.
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