La vicepresidenta de Colombia, Martha Lucía Ramírez, destacó este martes los desafíos que la migración venezolana representa para los países de la región y abogó por proyectos para crear empleo y proveer educación, salud e inclusión.
“Es necesario que hagamos más y mejor, que entre todos recibamos esta migración venezolana para permitirles que se reincorporen realmente a nuestras sociedades y que sus hijos y mujeres, que llegan buscando un sistema de salud, encuentren en nuestros países esa solidaridad”, afirmó Ramírez en un discurso en la inauguración de la Asamblea Anual de Gobernadores del BID en Guayaquil.
La vicepresidenta recordó que Colombia ha recibido ya casi 1,8 millones de venezolanos y que lo ha hecho con “cariño” y “verdadero compromiso” porque son “nuestros hermanos”, y “hay muchísimos venezolanos que tienen sangre colombiana. Somos latinoamericanos, somos una mezcla de sangres”.
Por ello abogó porque “nuestra respuesta no puede ser otra que la solidaridad, pero evidentemente reconocemos que esto genera una presión enorme”.
Aludió al peso económico que representa este fenómeno migratorio, el mayor en la historia de América Latina y que ya supera los cuatro millones de personas y agregó que para su país esa migración “significa nada más y nada menos que medio punto del PIB”.
Ramírez participó este martes en la sesión inaugural de la sexagésima Asamblea Anual del BID, en la que el ministro de Finanzas de Ecuador, Richard Martínez, fue elegido nuevo presidente de la Asamblea de Gobernadores.
En su alocución, la alta responsable colombiana destacó el trabajo liderado por el presidente del BID, el también colombiano Luis Alberto Moreno, por haber puesto en práctica, bajo el liderazgo del presidente, Iván Duque, un plan de impacto por valor de 2.800 millones de dólares para que se establezcan empresas nuevas en la frontera con Venezuela.
“Empresas que generen empleos de calidad y dignifiquen las vidas tanto de venezolanos como de colombianos que viven en la zona de frontera”, insistió.
Con todo, aseguró que los desafíos siguen siendo enormes en materia sanitaria, en educación y otros campos, y por ello consideró “todos los esfuerzos que se están haciendo por parte de los cooperantes realmente estén orientados a absorber bien esta población”.
Un esfuerzo que en ninguna medida debe disipar la presión “ni un solo día por el restablecimiento de la democracia y de las libertades en el pueblo venezolano”, concluyó.
EFE