Desde que comenzó la pandemia por COVID-19, los científicos sabían que no faltaría mucho para la aparición de distintas variantes nuevas, dada las características propias del coronavirus SARS-Cov-2 como mecanismo natural en su evolución, como ocurre con todos los virus.
Algunas variantes son “ventajosas” para el patógeno y pueden hacer que el virus sea más transmisible y desarrolle casos más severos o que reduzcan la protección ofrecida por las vacunas o que escapen a las defensas que desarrolla el organismo humano después de haber tenido la infección. También hay variantes que no tienen impacto sobre la pandemia. Pero las demoras que hubo en la vacunación han sido un factor clave para dar más oportunidad a que surjan e impacten más variantes de mayor riesgo para la salud pública.
Desde abril, el mundo viene prestando más atención a la variante Delta, que originalmente había sido detectada en la India, pero ahora está golpeando más a Europa, y ha obligado a demorar las medidas para liberar diferentes restricciones. Mientras tanto, en Sudamérica, la variante Lambda fue registrándose cada vez más en las muestras de pacientes, aun con las limitaciones para hacer estudios genómicos que hay en la región. Se cree que se originó en Perú el verano pasado, se disparó rápidamente y ahora representa casi el 82 por ciento de los casos del país sudamericano.
Los médicos que controlan su crecimiento temen que se propague más fácilmente que otras cepas, incluida la versión india que ha causado estragos en todo el mundo. “Si se demuestra formalmente que la variante Lambda es más transmisible, sí debería ser considerada como de preocupación. En varios países, la variante Lambda está compitiendo con Gamma, que ya es considerada una variante de preocupación. Ambas tienen un comportamiento similar”, aseguró el doctor Pablo Tsukayama, investigador en genómica microbiana de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, que formó parte del equipo que detectó a la variante Lamba en Perú.
Jairo Méndez Rico, asesor en enfermedades virales emergentes de la Organización Panamericana de la Salud, dijo: “Por el momento no hay evidencia que sugiera que sea más agresivo que otras variantes. Es posible que tenga una mayor tasa de contagio, pero es necesario trabajar más”.
Y en un rayo de esperanza, los científicos han descubierto que tanto las vacunas de Pfizer como los de Moderna son efectivas para reducir el riesgo de enfermedades graves causadas por la inflamación. Así lo aseguran investigadores de la Escuela de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York en un paper científico publicado en una preimpresión de BioRxiv, que mostró que si bien la variante “mostraba una resistencia parcial” a los anticuerpos creados por las vacunas, la resistencia “no es probable que cause una pérdida significativa de protección contra la infección”.
Los autores escribieron: “Los resultados sugieren que las vacunas en uso actual seguirán protegiendo contra la variante lambda y que la terapia con anticuerpos monoclonales seguirá siendo eficaz. Los hallazgos destacan la importancia de la adopción generalizada de la vacunación, que protegerá a las personas de la enfermedad, reducirá la propagación del virus y ralentizará la aparición de nuevas variantes”.
El mes pasado, se conoció mediante un estudio surgido en Argentina, que la vacuna rusa Sputnik V es eficaz contra Lambda. El trabajo fue realizado por el Proyecto País, el Biobanco de Enfermedades Infecciosas y el Instituto INBIRS del Conicet y la UBA. “Los resultados de nuestro estudio significan que las vacunas como Sputnik V siguen brindando protección contra la variante Lambda. El resto se está evaluando. Es de esperar que también sea así. Pero hasta que no estén los ensayos hechos no se puede aseverar”, dijo a Infobae la investigadora Gabriela Tusk, del Conicet, una de las autoras del trabajo.
Respecto a Lambda, los expertos estadounidenses observaron un aumento de la infectividad mediada por la proteína de pico Lambda que era incluso mayor que la de la D614G (linaje B) o las variantes Alfa y Gamma. En comparación con el tipo salvaje (linaje A), la neutralización se redujo 3,05 veces para la variante Lambda, mientras que fue 2,33 veces para la variante Gamma y 2,03 veces para la variante Alpha.
Igualmente, comprobaron que la vacuna Coronavac no es tan eficiente a la hora de conferir protección. “Utilizamos nuestro ensayo de neutralización de virus pseudotipado descrito anteriormente para determinar el impacto de la variante Lambda en las respuestas de anticuerpos neutralizantes provocadas por la vacuna de virus inactivado CoronaVac. Nuestros datos muestran que las mutaciones presentes en la proteína de pico de la variante Lambda confieren una mayor infectividad y escapan a los anticuerpos neutralizantes provocados por la vacuna de virus inactivado CoronaVac”, aseguraron.
“Estos datos refuerzan la idea de que las campañas de vacunación masiva en países con alta circulación de SARS-CoV-2 deben ir acompañadas de una estricta vigilancia genómica que permita la identificación de nuevos aislamientos portadores de mutaciones en pico y estudios de inmunología dirigidos a determinar el impacto de estas mutaciones en el escape inmune y avance de las vacunas”, agregaron.
Los científicos chilenos que estudiaron muestras de sangre tomadas de trabajadores de la salud encontraron originalmente que la variante Lambda tenía la mutación L452Q. La mutación es similar a la mutación L452R en las variantes Delta y Epsilon que los investigadores creen que la hacen más infecciosa. La secuenciación en Perú y el vecino Chile, donde se han registrado la mayoría de los casos de la cepa, es deficiente en comparación con el Reino Unido y Estados Unidos. La cepa solo representa el 0,3 por ciento de las infecciones en Estados Unidos y menos del 0,1 por ciento en Gran Bretaña. Kirsty Short, virólogo de la Universidad de Queensland, dijo que se necesita más investigación antes de clasificar a Lambda como más infecciosa que la variante Delta.
Actualmente existe la caracterización de Variantes de Interés (VOI) y Variantes de Preocupación (VOC) que ayudan a priorizar el monitoreo y la investigación global. Es decir, las Variantes de Preocupación (VOC) están asociadas con uno más cambios de entre los siguientes: (1) aumento de transmisibilidad o cambio perjudicial en la epidemiología; (2) aumento de la virulencia o cambio en la presentación clínica, o bien, (3) disminución de la eficacia de las medidas sociales, de salud pública, o diagnósticos y vacunas.
Sin embargo, la variante Lambda es etiquetada como VOI, pues cumple con las siguientes características: cambios genéricos que afectarán transmisibilidad, gravedad de la enfermedad, escape inmunológico, escape diagnóstico o terapéutico; y pueden causar una transmisión comunitaria significativa o múltiples grupos de COVID-19; lo que sugiere un un riesgo emergente para la salud pública mundial.
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