Un total de 142.568 bolivianos están habilitados para votar este domingo en Argentina, hogar de la mayor comunidad boliviana en el exterior y donde también reside desde diciembre pasado el expresidente boliviano Evo Morales, quien hoy llamó a ejercer «pacíficamente» el derecho al voto.
EFE
Del total de cerca de 7,3 millones de bolivianos que este domingo acuden a las urnas para elegir presidente para el período 2020-2025, 301.631 están censados en el exterior y, de ese total, un 47 % está inscrito en Argentina, donde oficialmente residen unos 450.000 bolivianos.
De acuerdo a datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia, la votación en Argentina se realiza en 508 mesas de sufragio, distribuidas en 78 recintos electorales, que abrieron en la mañana de hoy y cerrarán a las 18:00 hora local (21:00 GMT).
La mayor parte de los votantes en Argentina, unos 107.203, sufragará en la capital y la provincia de Buenos Aires y el resto en otras catorce provincias del país, incluyendo Jujuy y Salta, fronterizas con Bolivia.
Debido a las restricciones sanitarias que rigen en Argentina desde marzo pasado por la covid-19, los votantes deben acudir a su respectivo colegio electoral en una franja horaria determinada, según su número de documento, y tramitar previamente un permiso especial de circulación.
EVO MORALES Y UNA CAMPAÑA DESDE ARGENTINA
Esta elección tiene como particularidad la presencia en Argentina del expresidente boliviano Evo Morales, residente en Buenos Aires desde diciembre pasado y que desde esta ciudad ha comandado la campaña de su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), que lleva como candidato presidencial a Luis Arce.
«Los convocamos a ejercer pacíficamente su derecho al voto tal como siempre ha sido y es la vocación del pueblo boliviano para convertir el día de elecciones en una fiesta democrática», dijo este domingo Morales a través de su cuenta en Twitter.
Hermanas y hermanos:
Los convocamos a ejercer pacíficamente su derecho al voto tal como siempre ha sido y es la vocación del pueblo boliviano para convertir el día de elecciones en una fiesta democrática.— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) October 18, 2020
El exmandatario consideró que es «altamente preocupante» la decisión del TSE de suspender el sistema Difusión de Resultados Preliminares (Direpre) de los comicios, una medida de «última hora» que, a su juicio, «despierta dudas sobre sus intenciones».
Morales pidió a los votantes del MAS no caer «en ningún tipo de provocación», recordó que «la violencia solo genera violencia y que con ella perdemos todos» y señaló que es «muy importante» esperar «con tranquilidad que todos y cada uno de los votos sean contados».
«Hago un llamado a las Fuerzas Armadas y a la Policía Boliviana a que cumplan con fidelidad su importantísimo rol institucional y constitucional», añadió.
Según informó su oficina de prensa, el exgobernante no podrá votar este domingo debido a la inhabilitación «por motivos políticos» que le impidió empadronarse en Buenos Aires.
Morales tiene estrechos lazos con el Gobierno del presidente argentino, Alberto Fernández, que considera ilegítimo el Ejecutivo interino en Bolivia que encabeza Jeanine Áñez, el cual, a su vez, ha acusado a Buenos Aires de tener una «intención de injerencia» en asuntos internos de Bolivia.
El más reciente contrapunto ocurrió este sábado, cuando Argentina denunció la «detención ilegal» del diputado oficialista argentino Federico Fagioli a su llegada a La Paz para participar este domingo como observador electoral, pero el Gobierno de Áñez negó que el parlamentario hubiera sido detenido.
POLÉMICA EN LA PREVIA POR SUPUESTAS IRREGULARIDADES
Las elecciones de los bolivianos residentes en Argentina también vienen precedidas de denuncias por parte de representantes del MAS sobre presuntas irregularidades en la inhabilitación para el voto de ciudadanos que solicitaron ejercer su derecho al sufragio y en la confección de la lista de los colegios electorales.
Según los denunciantes, algunos colegios fueron suprimidos, otros aparecieron con direcciones incorrectas y algunos incluso duplicados.
La Embajada boliviana en Buenos Aires, formada por funcionarios designados por el Gobierno de Áñez, rechazó las acusaciones y aseguró en un comunicado que estaban dadas las condiciones para unas elecciones «limpias, transparentes, y libres de sospecha de fraude».
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