Unicef reclama al Gobierno revisar el sistema de prestaciones y de protección a la infancia en España, donde la tasa de pobreza infantil se sitúa en el 27,4 %, muy por encima de países con un nivel de renta similar o incluso inferior, y donde la pandemia está impactando especialmente en los hogares con menores.
EFE
En el informe «¿Cómo reducir la pobreza infantil en España? Análisis y recomendaciones», publicado este martes, Unicef recuerda que la situación previa a la COVID-19 ya era preocupante: uno de cada tres niños estaba en riesgo de pobreza y España se situaba a la cabeza del continente europeo, junto a Rumanía, Bulgaria e Italia
«La pandemia de la COVID-19 sin duda va a amplificar estos datos y va a aumentar la pobreza, la exclusión y la desigualdad infantil”, alerta en un comunicado la responsable de Incidencia Política y Estudios de Unicef España, Cristian Junquera.
Entre el último trimestre de 2019 y el segundo de 2020, el porcentaje de hogares sin ingresos aumentó un 20 %, pero en el caso de las familias con menores dependientes el incremento fue prácticamente del doble (37 %).
Ya sufrieron de manera intensa la crisis económica de 2008 y, según la organización, para evitar que esto vuelva a ocurrir es necesario aumentar en España el gasto en políticas familiares, que en estos momentos es menos de la mitad del que dedican los países con menores tasas de riesgo de pobreza infantil.
Unicef España elogia varias de las medidas de emergencia adoptadas por el Gobierno, como el ingreso mínimo vital, pero advierte de que esta ayuda sigue lejos de las prestaciones que existen en países de la UE de renta alta y subraya la necesidad de que las comunidades autónomas no se amparen en esa medida para reducir los recursos que invertían contra la pobreza.
A su juicio, el ingreso mínimo vital no debería sustituir a otras ayudas, como la prestación por hijo a cargo, que es universal en la mayoría de los países europeos.
“Hay tres opciones posibles para aumentar la eficacia de las medidas para reducir la pobreza infantil: en primer lugar, mantener y aumentar la cuantía de la prestación por hijo a cargo; en segundo lugar, elevar el umbral de ingresos en el hogar para poder acceder a esta prestación y llegar así a más personas que se encuentren en pobreza moderada; y, en tercer lugar, convertir en reembolsables las deducciones por hijo del IRPF”, asegura Junquera.
En España, explica la organización, las desgravaciones fiscales son una parte importante del sistema de ayudas a la infancia, pero gran parte de los hogares que se sitúan por debajo del umbral de la pobreza están exentos de tributar y no se benefician de ellas.
La prestación por hijo a cargo es una medida eficaz que apoya a las familias en pobreza moderada y que se enfoca a la crianza con un coste «asumible» por parte del Estado, se insiste en el informe, donde se estima que una prestación condicionada por ingresos (20.000 euros) con una cuantía de 97 euros mensuales sería la más eficiente en términos de coste-eficiencia.
Supondría un gasto de 3.200 millones de euros y la recibirían 2,5 millones de hogares en los que viven actualmente 9,5 millones de personas.
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