Rusia y Bielorrusia empiezan este jueves sus maniobras conjuntas en un despliegue que no hace más que fomentar el temor a un ataque a Ucrania desde su frontera norte. En plena operación, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, recibe en Bruselas al primer ministro británico, Boris Johnson, junto a quien ofrecerá una rueda de prensa.
El Reino Unido abordará la escalada también con Rusia: la ministra de Exteriores, Liz Truss, se entrevistará con su homólogo Serguéi Lavrov.
En Berlín, el canciller alemán, Olaf Scholz, tratará la crisis con los jefes de Gobierno de las tres repúblicas bálticas en una reunión que sigue al anuncio esta semana del refuerzo de tropas alemanes en el contingente de la OTAN en Lituania.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, defendió la necesidad de elevar la efectividad de la misión observadora de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en las regiones del Donbás ocupadas por las milicias separatistas prorrusas desde 2014. «Presenté (…) propuestas para elevar la efectividad de la misión observadora de la OSCE. Es especialmente importante que su trabajo en los territorios ocupados sea desbloqueado», afirmó en una rueda de prensa con su homólogo polaco Zbigniew Rau, quien ejerce la presidencia de turno de la OSCE.
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