En la tarde de este lunes, el Departamento de Estado norteamericano mostró su gran preocupación por la creciente represión del gobierno del presidente Daniel Ortega en Nicaragua.
Mediante un comunicado, alertó sobre las acciones de este régimen, «bajo la llamada «Ley de Agentes Extranjeros» obligaron la semana pasada al cierre de dos baluartes de la libre expresión: el capítulo de Nicaragua de PEN Internacional y la Fundación Violeta Barrios de Chamorro.
«Estos desarrollos asfixian aún más a la sociedad civil nicaragüense y alejan al país de las elecciones libres y justas de noviembre», expresó el vocero del Departamento de Estado, Ned Price en la misiva.
Asimismo, aseguró que Ortega está conduciendo a Nicaragua hacia la dictadura. Esto aislará aún más a su régimen de la comunidad global.
«La Administración Biden está comprometida a apoyar al pueblo nicaragüense y su demanda de democracia. Estamos enfocados en empoderar a la sociedad civil y mejorar el respeto por los derechos humanos. Instamos al presidente Ortega a que cambie de rumbo ahora», escribió.
El pasado 15 de octubre de 2020, la mayoría sandinista de la Asamblea Nacional (Parlamento) aprobó esa controvertida ley, que establece multas, sanciones y autoriza a solicitar la intervención de bienes y activos, y la cancelación de la personalidad jurídica a las ONG si intervienen en «cuestiones, actividades o temas de política interna», así lo reseñó la agencia de noticias EFE.
Esa ley, bautizada como «Ley Putin» por la oposición, clasifica como «agente extranjero» a las personas naturales o jurídicas nacionales o de otra nacionalidad «que respondiendo a intereses y obteniendo financiamiento externo utilicen esos recursos para realizar actividades que deriven en injerencia de Gobiernos, organizaciones o personas naturales extranjeras en los asuntos internos y externos de Nicaragua», según el texto.
Establece que los clasificados como «agentes extranjeros» no podrán participar en la vida política nacional, incluso si son nicaragüenses.
A continuación comunicado íntegro:
Ned Price, portavoz del departamento
Estados Unidos está profundamente preocupado por la creciente represión del gobierno del presidente Daniel Ortega en Nicaragua. Las acciones del régimen bajo la llamada «Ley de Agentes Extranjeros» obligaron la semana pasada al cierre de dos baluartes de la libre expresión: el capítulo de Nicaragua de PEN Internacional y la Fundación Violeta Barrios de Chamorro. Estos desarrollos asfixian aún más a la sociedad civil nicaragüense y alejan al país de las elecciones libres y justas de noviembre. Ortega está conduciendo a Nicaragua hacia la dictadura. Esto aislará aún más a su régimen de la comunidad global. La Administración Biden está comprometida a apoyar al pueblo nicaragüense y su demanda de democracia. Estamos enfocados en empoderar a la sociedad civil y mejorar el respeto por los derechos humanos. Instamos al presidente Ortega a que cambie de rumbo ahora.
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