Este martes 28 de diciembre, el Ministerio de Defensa confirmó que fueron destruidas dos refinerías clandestinas de petróleo del Ejército de Liberación Nacional (ELN) ubicadas en el municipio de El Tarra, Norte de Santander.
La operación militar, que involucró a 900 miembros del Ejército y la Policía Nacional, tenía como objetivo neutralizar el hurto de hidrocarburos, y se llevó a cabo en la vereda San Isidro, donde los uniformados, de la mano de la Fiscalía General de la Nación, localizaron estas estructuras ilícitas. Allí también fueron hallados diversos tipos de materiales que eran empleados para adelantar estas labores.
Los primeros informes de la Fuerza Pública señalaron que estas refinerías ilegales, las cuales tenían en su interior destiladores rudimentarios para convertir el petróleo en gasolina, le habrían entregado al ELN cerca de 30 millones de pesos mensuales en ganancias (alrededor de 7.500 dólares).
El ministro de Defensa, Diego Molano, destacó la labor de las fuerzas militares, pues los grupos armados llevaban delinquiendo en esa zona por más de una década: “Asestamos un golpe estratégico a las finanzas del ELN, que durante 12 años robó petróleo con esta válvula ilegal en El Tarra”.
“De igual manera se logra detener el grave daño ambiental que venía causando la extracción del crudo, realizada de manera indiscriminada y sin ningún tipo de control, generando graves daños a la flora, fauna y fuentes hidrocarburo de la zona”, sostuvo el Ejército mediante un comunicado. Así mismo explicaron que se descubrió una válvula ilegal, empleada para robar crudo en el oleoducto Caño Limón-Coveñas, y que se suma a otras 41 halladas en el transcurso del 2021, de acuerdo con información de Cenit, una subsidiaria de propiedad de la petrolera Ecopetrol.
Las autoridades aseguraron que mantendrán un despliegue operacional en la zona con el fin de “seguir debilitando de forma contundente el andamiaje financiero y delictivo del grupo armado organizado GAO ELN”, así como evitar mayores afectaciones al medio ambiente en la región del Catatumbo.
Norte de Santander se ha convertido en parte activa en la lucha contra la producción de cocaína el país. Según el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) del 29 de julio pasado, este departamento junto con Nariño, Putumayo, Cauca y Antioquia concentraron el 84 por ciento del área total con coca en el 2020.
“Norte de Santander se consolida como el departamento con mayor área sembrada en el país, con 40.084 hectáreas, con una leve reducción (4 %) frente a lo reportado el año anterior; Nariño, con cerca de 9.000 ha menos, continúa ocupando el segundo lugar de afectación”, precisó el estudio.
El robo a los oleoductos, particularmente en el Caño Limón-Coveñas —que atraviesa Norte de Santander y otros departamentos— está en auge a medida que los grupos armados ilegales buscan reemplazar los menguantes suministros de gasolina venezolana de contrabando para su uso en el tráfico de drogas.
En lo corrido de este año, se han sustraído unos 690.000 barriles de crudo en el Catatumbo, de los cuales el 70 % se ha utilizado en el procesamiento de cocaína, concluyó el Ministerio de Defensa.
Algunas horas atrás, el histórico portero de la Selección Colombia, René Higuita, sorprendió a sus seguidores con un mensaje dirigido a los grupos de las Farc y el ELN que hacen presencia en el Magdalena Medio, explicando su inconformismo por los ‘cobros’ que hacen estos grupos armados en la región:
“Ya no solamente hay que pagar el impuesto en la ciudad, sino también acá en el monte, y no uno, sino dos. A nosotros como ganaderos, como gente que hace rato estamos en esta región nos está quedando bastante difícil”, puntualizó el exfutbolista colombiano, quien, además, se ofreció para entablar diálogos con ambas organizaciones al margen de la ley.
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