El Ministerio de Defensa turco anunció este viernes que se ha efectuado la primera entrega de misiles rusos de defensa S-400, que la OTAN considera que no debería ser usado por un miembro de la Alianza y cuyo uso EEUU ha amenazado que puede ser incluso motivo de sanciones.
“El primer lote del sistema de defensa de misiles S-400, que se ha adquirido para cubrir las necesidades de defensa aérea y de misiles en Turquía, comenzó a llegar a la Base Aérea de Mürted en Ankara a partir del 12 de julio de 2019”, señaló Defensa en un comunicado.
El canal público TRT mostró imágenes de tres aeronaves aterrizando en la Base Aérea de Ankara, iniciando el despliegue del sistema de defensa ruso en Turquía.
Las autoridades rusas han confirmado también el envío de esos componentes.
“El Servicio Federal de Cooperación Técnico Militar confirma el inicio de los suministros del sistema S-400 a Turquía. Los suministros se llevarán a cabo en los plazos acordados”, declaró a la agencia rusa Interfax la portavoz del Servicio Federal de Cooperación Técnico Militar, María Vorobiova.
Turquía firmó un contrato de suministro con Rusia en abril de 2017, aunque aún no ha anunciado cuándo terminará la instalación ni cuando estarán operativo.
La compra de los S-400 por parte de Ankara ha sido denunciada por Washington, que ha reaccionado amenazando con suspender la participación de Turquía en el programa de desarrollo de los cazas F-35 e incluso con la imposición de sanciones al país.
A Washington le preocupa que Turquía use los F-35 cerca del sistema antimisiles S-400, puesto que podría dar lugar a una transferencia de información y crear agujeros de seguridad en el sistema de la OTAN.
La Alianza Atlántica, de la que Turquía es miembro, también ha advertido de que los misiles antiaéreos rusos son incompatibles con el sistema de defensa de la Alianza.
Turquía insiste en que está en su derecho de adquirir el material necesario para garantizar su seguridad y que la compra del sistema ruso se decidió al fracasar el intento de adquirir los Patriot de EEUU y ante la urgencia de disponer de un sistema de defensa antiaérea.
EFE