André Marinho se yergue, frunce el ceño y emite una voz desde la garganta idéntica a la del presidente brasileño, Jair Bolsonaro. Habla de «maricas», hemorroides y de «quemar el Supremo Tribunal Federal», y las risas estallan.
Pero este imitador carioca, de 27 años, no solo busca divertir. Bolsonarista arrepentido, quiere restar seguidores al presidente ultraderechista, aunque esto le haya granjeado también detractores.
Todo empezó durante la campaña que llevó al poder a Bolsonaro en 2019. André tuvo un «acceso privilegiado» gracias a que su padre, el empresario y político Paulo Marinho, integraba entonces el círculo de confianza del hoy presidente.
Eso le sirvió para alimentar su personaje e incluso Bolsonaro llegó a festejar esa personificación. Pero hoy lamenta aquella cercanía.
«Me arrepiento de haberle apoyado», dice Marinho, quien vio entonces en Bolsonaro una renovación de la política, «una alianza inédita de liberales y conservadores que prometía restablecer el orden y progreso en Brasil», tras sucesivos gobiernos del izquierdista Partido de los Trabajadores, salpicado por escándalos de corrupción.
Pero Bolsonaro, a su entender, «probó ser más de lo mismo y traicionó todo lo que prometió», señala Marinho.
A un año de las elecciones presidenciales, el ultraderechista cuenta con solo 22% de popularidad, debido sobre todo a la crisis económica y a su gestión de la pandemia, que ya dejó 600.000 muertos.
– Un humor «subversivo» –
Como hace con los demás políticos que imita, Marinho usa un humor que define como «subversivo» para intentar «destacar las inconsistencias, peculiaridades y bizarreces» que, según él, contiene el discurso de Bolsonaro.
Aunque eso le cueste críticas: «Eres realmente patético»; «No puedo llamarte payaso para no insultar a los payasos», se lee en comentarios publicados en Twitter y YouTube.
Pero Marinho, graduado en Derecho por la Ibmec de Sao Paulo, también cosecha halagos ante sus cientos de miles de seguidores en redes sociales y en YouTube, donde cuenta con 268.000 suscriptores. Lanzó este canal en medio de la campaña electoral de 2018 para exhibir el talento que desarrolló desde niño y con el que aspiraba a abrirse camino en el mundo artístico.
Su «momento Eureka», recuerda, fue la imitación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva a los ocho años. Pero una conversación ficticia entre Donald Trump y Bolsonaro, cuando este se recuperaba de una puñalada recibida en un acto de campaña, fue su primer gran éxito viral.
Su trabajo le valió un espacio en la radio paulista Jovem Pan, alineada con el gobierno. Pero ahora, incluso en esa emisora, este se convirtió en una herramienta para «desintoxicar» a seguidores para las presidenciales, dice Marinho.
El presidente «me da un material infinito día tras día para bromear sobre su discurso», dice Marinho, que desparrama ironías basadas en el estilo incendiario de Bolsonaro.
De allí su referencia a «quemar» el Supremo Tribunal Federal, blanco favorito del mandatario desde hace meses a raíz de varias investigaciones en su contra, como la difusión de noticias falsas o las bromas para denunciar sus comentarios homófobos.
– Cerca del poder –
Así Marinho busca revertir el ascenso del excapitán del ejército que se gestó, entre muchos otros sitios, en el hogar de su familia en Rio de Janeiro. Su padre es incluso el primer suplente del senador Flávio Bolsonaro, hijo del mandatario.
Pero meses después del triunfo electoral, la ruptura entre ambas familias fue tajante.
Consolidado en su nuevo rol, el imitador no apoyará a ningún candidato el año próximo. Sin embargo, ya tomó parte en la precampaña: el 12 de septiembre personificó al presidente en una manifestación convocada por opositores bajo el lema ‘Fora (fuera) Bolsonaro’.
También «sin adhesión», aclara, participó recientemente en una cena con políticos y empresarios que lo impulsó a la fama definitiva, debido a la filtración de un video viral que muestra al expresidente Michel Temer riendo a carcajadas ante la sátira de Marinho. Por ello, según varios medios, Temer tuvo que dar explicaciones al mandatario.
«Me llamaron ‘bufón’ de la corte. Pero les respondo con risas. Esa figura no solo se sentaba a la mesa junto a los monarcas, sino que también conseguía transmitirles los sentimientos latentes del pueblo», dice Marinho.
El joven actor está convencido: «El humor tiene el poder de redimir y de curar a la sociedad brasileña», profundamente dividida.
AFP
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.