La muerte este sábado de un civil eleva a 114 el número de los manifestantes que perdieron la vida en protestas contra el golpe de Estado militar de octubre pasado en Sudán, donde las fuerzas de seguridad mantienen cerradas varias carreteras de la capital en prevención de nuevas marchas, informó el opositor Comité de Médicos de Sudán.
La nueva víctima falleció en un hospital de Jartum, donde recibía tratamiento «tras haber sido alcanzada por una bomba lacrimógena en las protestas del 16 de junio», explicó el citado sindicato que se dedica a atender a los heridos y contabilizar las victimas.
Asimismo, publicó un informe con el recuento final de víctimas de las marchas y protestas del pasado jueves, confirmando la muerte de nueve civiles y heridas a otros 629, en la jornada más sangrienta desde la asonada del 25 de octubre.
«Varias de las heridas fueron causadas por disparos de bala, disparos dispersos y lesiones esporádica como resultado de ataques directos con bombas lacrimógenas y golpes con porras», agregó.
La oposición sudanesa convocó hoy nuevas marchas en Jartum y centenares de personas se concentraron en el sur de la capital, mientras que las fuerzas de seguridad cerraron los accesos hacia el Palacio Presidencial y la sede del Mando de las Fuerzas Armadas.
La policía sudanesa admitió ayer que uno de sus efectivos disparó contra los manifestantes durante las marchas del jueves, y aseguró que abrirá investigación, si bien no confirmó el número de víctimas registradas en esa jornada de protestas.
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