El Comisionado del Secretario General de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados, David Smolansky, se reunió este jueves con el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, en la sede de la Organización de Estados Americanos, como parte de la visita del primer mandatario venezolano a la ciudad de Washington en el marco de su gira internacional. El encuentro sirvió para que ambos discutieran las dimensiones de la crisis migratoria y las medidas que se necesitan implementar para buscar un mayor resguardo de la población venezolana en el exterior.
“Al presentarle nuestro trabajo, el Presidente tiene el compromiso de trabajar con nuestra Oficina para seguir promoviendo políticas de atención y protección para los migrantes y refugiados venezolanos. Los países de acogida han hecho un esfuerzo humanitario enorme para recibir a millones de venezolanos que huyen para salvar sus vidas, pero urge mayor cooperación internacional y que se reconozca la crisis de refugiados venezolanos desde una perspectiva global. Esta crisis no se puede seguir viendo como un problema regional o subregional cuando somos la población más desplazada del planeta después de Siria y la primera sin una guerra o catástrofe natural”, explicó Smolansky.
El encuentro también sirvió para unir fuerzas para denunciar a la tiranía como la única responsable de la migración forzosa de 5 millones de venezolanos y alertar a la comunidad internacional sobre las consecuencias de la permanencia de Nicolás Maduro en el poder. “Hoy el mundo debe entender que la única solución para frenar este deslave humano sin precedentes en la región es el desmantelamiento de la dictadura. De no haber una solución política, a finales de año llegaremos a 7 o 7.5 millones de desplazados y estaremos hablando de más refugiados venezolanos que sirios”, expresó el Comisionado de la OEA.
Por su parte, el presidente Juan Guaidó agradeció la labor de David Smolansky y aseguró que “el trabajo que se está haciendo desde la OEA para proteger a los migrantes y refugiados venezolanos es fundamental no solo para asistir a todos los venezolanos que están afuera, sino para pensar en la Venezuela que viene, la cual va a necesitar de esos 5 millones de venezolanos que hoy están en el exterior para reconstruirla”. Indicó que “todos los venezolanos en el exterior tienen mucho que aportar a la causa de Venezuela” y les pidió “comunicar lo que está pasando en el país, visibilizar la crisis, organizarse y movilizarse”.
En su rol como enviado especial del Secretario General para la crisis migratoria venezolana, Smolansky ha realizado 16 visitas a la región, en las cuales ha identificado las necesidades de los desplazados venezolanos en los países de acogida y ha trabajado de cerca con gobiernos y organizaciones de la sociedad civil para promover políticas de atención y protección. Desde la publicación del Informe de la OEA sobre la crisis de migrantes y refugiados venezolanos que presentó en junio de 2019, ha expresado la necesidad de crear las bases de un consenso regional que otorgue la condición de refugiado al venezolano según la Declaración de Cartagena, asegurando que la implementación de dicho mecanismo no solo beneficiaría a los venezolanos, sino también a los países receptores, al garantizarles una migración ordenada, segura y regular.
En este sentido, el pasado 15 de octubre la Asamblea Nacional de Venezuela aprobó un Acuerdo en el que se declara como “refugiados” a los venezolanos que han huido del país, basándose en Cartagena, y exhorta a los países receptores a otorgarles este estatus. La Declaración de Cartagena, establecida en 1984, extiende el concepto de refugiados a “personas que han huido de sus países porque su vida, seguridad o libertad han sido amenazadas por la violencia generalizada, la agresión extranjera, los conflictos internos, la violación masiva de los derechos humanos u otras circunstancias que hayan perturbado gravemente el orden público”.
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