El Senado de EE.UU. votará el próximo jueves por segunda vez un proyecto de ley bipartidista que busca asegurar la frontera y que fue bloqueado en febrero pasado por la bancada republicana, tras las críticas del expresidente Donald Trump (2017-2021) a la propuesta.
EFE
El líder de la mayoría del Senado, el demócrata Chuck Schumer, puso a votación el proyecto de ley que daría la autoridad al presidente Joe Biden de cerrar la frontera.
Schumer calificó la propuesta como la ley de seguridad fronteriza más “sólida y completa” que ha visto en una generación.
«Esta semana, los republicanos tendrán otra oportunidad de hacer lo correcto», dijo Schumer este lunes al pleno de la Cámara Alta.“Nuestra frontera sur necesita desesperadamente más recursos y nuestro sistema de inmigración necesita urgentemente ser reparado”.
La semana pasada el senador demócrata Chris Murphy presentó por segunda vez el proyecto, que por casi cuatro meses trabajó junto al republicano James Lankford, y a la independiente Kyrsen Sinema.
La propuesta anterior estaba vinculada a un plan más grande que brindaba recursos para Ucrania e Israel, pero fracasó después de que Trump, previsible candidato republicano, rechazara el proyecto a pesar de ser un crítico sobre la situación en la frontera.
Schumer dijo hoy que aquellos que dicen que necesitamos actuar en la frontera “tendrán la oportunidad esta semana de demostrar que hablan en serio, en serio, acerca de arreglar la frontera” en un claro mensaje a los republicanos.
El demócrata admitió que necesita del apoyo conservador ya que busca 60 votos de sus votos para la aprobación.
Este lunes, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean Pierre, dijo en un comunicado que el presidente Biden apoya “firmemente” esta legislación y pidió a todos los senadores que dejen de lado la política partidista y voten para asegurar la frontera.
El plan inicial ponía fin a la práctica conocida como «detención y liberación», bajo la cual los migrantes indocumentados que llegan a la frontera y se presentan a las autoridades pidiendo asilo son puestos en libertad, a la espera de una audiencia ante un juez de inmigración.
De acuerdo al texto que se votará el jueves, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) estará autorizado a suspender los ingresos de migrantes en la frontera cuando la cifra diaria de detenciones supere el promedio de 4.000 cada día durante una semana.
Pero si la cifra supera el promedio diario de 5.000 ingresos durante una semana o el umbral de 8.500 en un día, el DHS deberá aplicar la expulsión de migrantes.
Este permiso para que el Gobierno federal expulse a los migrantes estará limitado a 270 días durante el primer año de vigencia del plan, 225 días en el segundo año, y 180 días en el tercero.
La votación parece dirigirse nuevamente hacia el fracaso. Los republicanos han dicho que votaran en contra, incluso Lankford.
«Se trata de ganar puntos políticos en lugar de intentar realmente resolver un problema», dijo Lankford a los periodistas este lunes, según información citada por NBC.
“No ha habido ningún intento de sentarse y decir: ‘Está bien ¿Qué salió mal la última vez? Resolvamos esto'», criticó.
El proyecto también enfrenta críticas de grupos proinmigrantes, que lo han calificado como un regreso a la fallida política migratoria del expresidente Trump.
Theo Oshiro, codirector ejecutivo de Make the Road New York, dijo en un comunicado que «los líderes demócratas no pueden seguir cayendo en manos de los extremistas republicanos y deben dejar de seguir una página del libro de la era Trump”.
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