El candidato a canciller del Partido Socialdemócrata de Alemania, Olaf Scholz, pronunció este sábado su primer gran discurso de campaña, en el que atacó duramente a su mayor rival, el conservador Friedrich Merz, y prometió estabilidad en tiempos de crisis, mejoras a la clase trabajadora e inversiones para reanimar la economía.
A 85 días de las elecciones generales anticipadas tras la ruptura a principios de mes de la coalición entre socialdemócratas, verdes y liberales, Scholz intentó en la sede del Partido Socialdemócrata (SPD) en Berlín dibujar los comicios a la Cámara Baja o Bundestag como decisivos para el rumbo del país en tiempos revueltos.
«Son tiempos serios, muy serios», dijo al inicio de su discurso de una hora de duración.
«En tiempos tan serios, nuestro país necesita una política seria, no jugadores y apostadores», sostuvo ante cerca de 500 afiliados en la Casa Willy Brandt.
Por tanto, era necesario y justo que «enseñara la puerta al Sr. Lindner», señaló en referencia al exministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner, a quien expulsó del Gobierno de coalición tras culparle de haber saboteado «sistemáticamente» el trabajo del Gobierno de coalición durante meses.
«Ahora nos jugamos todo. Ahora, en esta situación, dar un paso en falso en Alemania, tendrá graves consecuencias», advirtió.
Quiere remontar con promesas sociales
Su partido ocupa actualmente con un 15 % el tercer puesto en las encuestas de intención de voto de INSA publicado este sábado por el diario ‘BILD’, por detrás del 32 % de la conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU) y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), con un 18 %, aunque ha recuperado un punto en una semana.
El canciller, que advirtió que sabe remontar -ya lo hizo en las elecciones generales de 2021 cuando el entonces candidato de la CDU, Armin Laschet, era el favorito- sostuvo que están en juego la seguridad, la cohesión, la prosperidad y el empleo.
Ahora, argumentó, no es el momento de cambiar de rumbo, sino de proseguir decididamente la renovación de Alemania.
El SPD lucha por pensiones estables, salarios más altos, una sanidad y unos alquileres asequibles y el mantenimiento de empleos en la industria, resumió, a sabiendas que muchos alemanes temen por su futuro tras anunciar importantes empresas como Bosch, Thyssenkrupp, Ford o Volkswagen miles de despidos.
No en vano, el eslógan del partido que figuraba en paneles rojos detrás del podio de Scholz rezaba «Política social para tí», acompañado por frases como «luchamos por tu libertad, tu salud, tu salario, tu futuro».
Scholz prometió una subida del salario mínimo a 15 euros por hora en 2026.
Reactivar la economía con inversiones
El político aseveró que Merz, que no tiene experiencia gubernamental y que trabajó durante muchos años en el mundo de los negocios, no tiene «ningún plan» para los grandes retos del país como la ampliación del sistema energético o la lucha contra la escasez de mano de obra cualificada.
En su opinión, el hecho de que el líder de la CDU quiera desmantelar «por feas» las turbinas eólicas y volver a la energía nuclear, la forma de energía más cara de todas, no habla precisamente bien de sus competencias en materia económica.
Él en cambio, quiso hacer ver, propone cuatro puntos para mejorar la economía: garantizar los puestos de trabajo en la industria, especialmente en la castigada industria automovilística, energía barata para la economía, mayores inversiones en las viejas infraestructuras y combatir la escasez de mano de obra cualificada.
Para permitir la inversión, Scholz quiere reformar el freno a la deuda y un fondo alemán de inversión dotado de 100.000 millones de euros.
Las empresas que inviertan en Alemania deberían recibir el 10 % del precio de compra como devolución de impuestos, añadió.
Cautela ante Rusia e integración en migración
Scholz también atacó a Merz en el tema de seguridad y defensa, especialmente por haber dicho que le daría al presidente ruso, Vladímir Putin un ultimátum de 24 horas para que cese los ataques contra Ucrania y que, de lo contrario, enviaría a Kiev los misiles de largo alcance germanos Taurus, algo que el actual canciller rechaza tajantemente.
«Cuidado, con la seguridad de Alemania no se juega a la ruleta rusa», subrayó Scholz.
También criticó al político conservador por querer endurecer la política migratoria con devoluciones en caliente y retirar la nueva ley de Ciudadanía.
Quienes viven y trabajan aquí de forma permanente, están bien integrados y hablan el idioma «deberían poder pertenecer a nuestro país», recalcó, y añadió que «la división, ese no puede, ni debe ser nuestro camino». EFE
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