El canciller alemán, Olaf Scholz, recibirá el viernes en Berlín al presidente francés, Emmanuel Macron, y al primer ministro polaco, Donald Tusk, en el marco del Triángulo de Weimar, foro que reúne a Berlín, Varsovia y París, para hablar sobre la situación en Ucrania.
El encuentro se celebra a iniciativa de los tres mandatarios, anunció en una rueda de prensa ordinaria el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Hebestreit, en el que dijo que «el tema central de la reunión será el apoyo adicional a Ucrania en su autodefensa en la guerra de agresión rusa».
Los líderes del Triángulo de Weimar no se reúnen desde junio del año pasado.
El encuentro, que se celebrará por la tarde, irá precedido de una comparecencia de Scholz, Macron y Tusk ante la prensa.
En una entrevista con la emisora pública polaca TVP Info, Tusk ya había confirmado anoche la reunión en el marco del Triángulo de Weimar.
«El viernes estaré en Berlín con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, para hablar de la situación», dijo, y expresó su opinión de que «estas tres capitales tienen la tarea y el poder de movilizar a toda Europa» para facilitar nueva ayuda a Ucrania.
Antes del encuentro, Scholz y Macron celebrarán una reunión bilateral, en la que se abordarán asuntos de interés mutuo, así como el apoyo a Ucrania, «en el que existen matices distintos en una cuestión técnica», dijo, al referirse a la entrega de misiles de largo alcance alemanes Taurus a Ucrania, que el canciller sigue descartando y que constituye el principal punto de discordia con Francia.
Francia ha suministrado a Kiev misiles de crucero Scalp y el Reino Unido los Storm Shadow, pero Scholz afirma que, si Alemania quiere mantener el control de los objetivos que los Taurus pueden alcanzar (incluido Moscú), deben participar soldados germanos y eso es inaceptable tanto de forma directa como indirecta para no convertir al país centroeuropeo en una parte de guerra.
El canciller alemán enfadó a Reino Unido al sugerir que ya hay soldados británicos en ese país, precisamente para ayudar a los ucranianos a controlar los Storm Shadow.
Scholz asimismo ha descartado tajantemente la posibilidad de que soldados europeos o de la OTAN fueran enviados a Ucrania, después de que Macron no descartara esta posibilidad.
Tusk tampoco apoya esta idea, pero su ministro de Exteriores, Radoslaw Sikorski, sostuvo en las redes sociales que «no era impensable».
El portavoz alemán aseguró que Scholz y Macron cooperan de forma estrecha y en confianza, y recordó que no hay otro jefe de Estado o de Gobierno con el que se reúna con tanta regularidad, frecuencia y amplitud como con el presidente francés. EFE
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