Poco a poco el gobierno de Rusia se está involucrando aún más en la región. La crisis en Venezuela le ha servido a Moscú como puente para aumentar su influencia en el continente, haciendo recordar episodios de la Guerra Fría.
El portal Foreign Policy destacó que Putin está al tanto de lo «obsesionado que está Trump con la idea de un bloqueo naval contra Venezuela».
«Combinado con el acuerdo naval existente de Rusia con Nicaragua -por medio del cual proporciona capacitación y equipo a cambio de acceso a puertos importantes y permiso para operar un sistema satelital global- el despliegue de buques de guerra y submarinos desde los puertos venezolanos puede tener como objetivo negar el acceso a todas las operaciones navales de EEUU para interceptar buques en el sur del Caribe. De hecho, los cubanos ya han solicitado que Rusia escolte a los petroleros que transportan petróleo venezolano», escribió Ryan C. Berg para el portal.
La llegada de tropas rusas a las guarniciones venezolanos, la reactivación de un fábrica de fusiles en Maracay, las mejoras en el sistema de defensa antiaérea, son elementos que demuestran el claro interés del Kremlin de usar a Venezuela en su estrategia geopolítica.
«Los rusos han reflexionado abiertamente sobre estacionar misiles de crucero en Venezuela como respuesta a la retirada de Estados Unidos del Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio. Los ecos de la crisis de los misiles cubanos son escalofriantes», destacó Foreign Policy
En 1962 Rusia instaló misiles nucleares en Cuba, amenazando directamente a Estados Unidos en un conflicto que estuvo cerca de provocar una guerra nuclear.
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