El relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Afganistán, Richard Bennett, lamentó este jueves el deterioro de los mismos en el país asiático desde que los talibanes se hicieron con el poder el pasado agosto.
«Afganistán se enfrenta a multitud de desafíos para los derechos humanos que tienen un grave impacto en la población, he comunicado a las autoridades la necesidad de que reconozcan estos desafíos (…) y reduzcan la brecha entre sus declaraciones y sus acciones», dijo Benett en una rueda de prensa en Kabul, al término de su primer viaje oficial al país asiático.
DETERIORO DE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES
El relator especial, que llegó al país el pasado día 15 y se reunió con altos cargos del Gobierno interino de los talibanes, se mostró especialmente preocupado por la situación de las mujeres.
«He expresado mi seria preocupación por el deterioro de los derechos humanos en el país y la supresión de las mujeres de la vida pública es especialmente inquietante», dijo Benett.
Los talibanes llegaron al poder con una serie de promesas de cambio, pero en prácticamente un año les han impuesto una plétora de limitaciones que incluyen desde la imposición del burka hasta el cierre de las escuelas a las estudiantes de secundaria, así como la limitación del acceso a los puestos de trabajo.
El relator denunció que este goteo de restricciones «encaja en el patrón de una segregación absoluta por género y buscan hacer invisibles a las mujeres».
AUMENTO DE ATAQUES CONTRA MINORÍAS
Las perseguidas minorías afganas como la chií hazara han sido víctimas también de numerosos ataques, algunos de ellos reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), desde la vuelta de los talibanes.
«Estos ataques dirigidos específicamente contra miembros de las comunidades hazara, chií y sufí se están haciendo cada vez más sistemáticos y reflejan elementos de una política organizada, así que llevan el sello de crímenes contra la humanidad», dijo.
Bennet llamó a los talibanes, que han sido criticados por minimizar el papel del EI para dar una imagen de estabilidad, a investigar estos ataques, y expresó su preocupación por los reportes de detenciones arbitrarias y asesinatos extrajudiciales en el país.
«Hay un alto número de informes de casos de intimidación, acoso, ataques, arrestos y en algunos casos asesinatos o desapariciones forzosas de periodistas y jueces (…) así como miembros de la sociedad civil»simplemente por manifestare o hacer oír sus quejas, dijo.
El relator se mostró esperanzado por la formación de una comisión para impulsar la vuelta de personalidades afganas exiliadas tras la toma de poder de los talibanes, un esfuerzo que podría «dar una oportunidad para el diálogo».
LOS TALIBANES NIEGAN EL DETERIORO
Tras las declaraciones de Bennet, los talibanes reafirmaron la postura que ya comunicaron al relator durante su visita: que el reporte sobre los derechos humanos en Afganistán debería fijarse en «hechos» y en el contexto de la religión y cultura afganas.
«Los derechos humanos en Afganistán no son preocupantes en absoluto, todos los derechos básicos de los afganos están a salvo», dijo a Efe el portavoz adjunto del Gobierno talibán, Inamullah Samangani. EFE