Cuatro presos murieron y 61 resultaron heridos en el incendio y los choques desatados la noche del sábado en la cárcel de Evin de Teherán, donde el régimen iraní mantiene recluidos a los presos políticos, indicó este domingo la autoridad judicial en su página web.
“Cuatro presos murieron a causa de la inhalación del humo provocado por el incendio, y 61 resultaron heridos”, indicó el portal Mizan Online, añadiendo que cuatro de los heridos estaban graves.
El incidente en la prisión se produjo en medio de las protestas desatadas hace un mes por la muerte de la joven Mahsa Amini tras ser detenida por la policía de la moral, pero el fiscal de Teherán, Ali Salehi, rechazó cualquier relación entre ambas cuestiones.
La temida prisión, situada en el oeste de Teherán en un área de 40 hectáreas, ha sido denunciada por grupos de derechos humanos por sus malas condiciones y torturas.
La prisión de Evin alberga a reclusos extranjeros, entre ellos los ciudadanos estadounidenses Siamak Namazi y el empresario Emad Shargi. Allí también está recluida la académica franco-iraní Fariba Adelkhah.
PRESOS POLÍTICOS Y PERIODISTAS AFIRMAN QUE ESTÁN BIEN
Algunos de los presos políticos o de doble nacionalidad que se encuentran encerrados en la prisión informaron este domingo de que se encuentran bien, tras el incendio y los choques desatados anoche.
La periodista Niloufar Hamedi, el iraní-estadounidense Siamak Namazi y el activista Hossein Shanbezadeh reportaron a sus familias que no sufrieron daños en los sucesos de anoche.
“Niloufar Hamedi me llamó hace unos minutos. Se encuentra bien”, escribió en Twitter Mohamed Hosein Ajorlou marido de Hamedi, que fue de los primeros en informar del caso de Amini y fue detenida por ello.
“No sabe que ocurrió anoche, pero los sonidos y la situación daba miedo”, le dijo Hamedi a su marido.
Por su parte, el abogado del ciudadano iraní-estadounidense Siamak Namazi, condenado a diez años de cárcel en 2016 por supuesto espionaje y colaborar con un Gobierno hostil, informó que su cliente no sufrió daños.
“Me alegra informar de que de Siamak Namazi ha hablado con su familia. Él está seguro y ha sido trasladado a una zona segura de la prisión Evin”, dijo en Twitter Jared Genser, abogado de la familia Namazi.
La también periodista, Elahe Mohamadi, encarcelada en Evin por informar del entierro de Amini, informó a su vez a su marido de que se encuentra bien.
Otros reclusos célebres son el británico-iraní Morad Tahbaz, el director de cine iraní Jafar Panahi o el activista opositor Arash Sadeghi.
La pasada noche estalló un fuego y se escucharon disparos y explosiones en el recinto carcelario, algo que las autoridades atribuyeron a un intento de motín por parte de presos comunes.
Según la versión oficial, presos comunes prendieron fuego el almacén de ropa, lo que provocó un incendio y choques entre presos y los funcionarios de la prisión.
Por su parte, el medio Fars, cercano a la Guardia Revolucionaria, indicó que algunos presos “habían preparado armas blancas” y al tratar de escapar entraron en el “campo de minas” situado al norte de la prisión, causa de las explosiones que se escucharon.
El conflicto de la prisión estalló en medio de las protestas desatadas por la muerte Amini, el 16 de septiembre tras ser detenida tres días antes por la llamada Policía de la moral en Teherán por considerar que llevaba mal puesto el velo islámico.
Desde la muerte de la joven kurda se suceden las protestas en numerosas ciudades del país protagonizadas sobre todo por jóvenes, y que están siendo fuertemente reprimidas por las fuerzas de seguridad.
Muchos de los miles de detenidos en las protestas han sido encarcelados en Evin.
Los grupos de derechos humanos informaron de protestas en solidaridad con los detenidos de Evin en Teherán hasta altas horas de la noche, después de que los manifestantes airados salieran a las calles de todo Irán el sábado a pesar de los cortes de Internet.
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