Azerbaiyán y Armenia han acordado, con la mediación de Rusia, poner fin a la guerra en Nagorno Karabaj tras más de 40 días de combates que se saldaron con centenares de muertos civiles y militares, decisión que en Ereván, capital del país armenio, ha sido considerada como una «traición» del primer ministro, Nikol Pashinián.
¿Qué ha provocado el fin del conflicto?
La cada vez más debilitada posición de Armenia en la región de Nagorno Karabaj ha sido clave en la decisión de Pashinián. En las últimas horas, el ejército azerbaiyano se había hecho con Shusha, la segunda ciudad más importante del territorio. Las fuerzas armadas azerbaiyanas avanzaron además hacia la capital del Karabaj -Stepanakert-, a solo 11 kilómetros de Shusha.
¿Cuál ha sido el mensaje del primer ministro a la nación?
«El texto de la declaración es muy doloroso, personalmente para mí y para nuestro pueblo. Tomé esta decisión tras un profundo análisis de la situación militar y una valoración de personas que tienen un mayor dominio de la situación», ha reconocido Nikol Pashinián. Según Pashinián, firmó la declaración debido a su convicción de que esta es «la mejor solución en la situación creada». «Tome esa decisión después de que el Ejército insistiera, de hecho, en que se adoptara», ha desvelado en su cuenta de Facebook.
¿Por qué ha calificado el acuerdo de «doloroso»?
Porque obliga a Armenia a retirarse de los territorios azerbaiyanos que ocupó durante la guerra de 1992-1994. El acuerdo firmado contempla la retirada del ejército armenio de tres regiones: el distrito de Agdam, antes del 20 de noviembre, la región de Kalbajar, antes del 15 de noviembre, y la región de Lachín, antes del 1 de diciembre. Eso sí, en la última de estas tres regiones Armenia se reservará un corredor de cinco kilómetros de ancho para garantizar la comunicación con el enclave separatista. Para asegurar el mantenimiento de paz y que se cumpla el acuerdo, Rusia desplegará en la zona un contingente con casi 2.000 militares, 90 vehículos armados y 380 unidades de automóviles. Su plazo mínimo de permanencia en el territorio será de cinco años.
¿Qué papel juega Rusia?
A Rusia no le interesaba que el conflicto se enquistase, pero tampoco esta dispuesta a tomar parte al tratarse de dos países con los que mantiene buenas relaciones. Por un lado, Rusia ha sido aliado de Armenia desde los tiempos de los zares y en la actualidad están unidas por el tratado de la Organización del Acuerdo de Defensa Colectiva (OTSC). Ese acuerdo, por ejemplo, permite la existencia de una base militar rusa en territorio armenio. Por otro lado, los rusos mantienen grandes intereses económicos con Azerbaiyán, sobre todo por los yacimientos de gas y petróleo que alberga el mar Caspio.
¿Qué valoración se puede hacer de este acuerdo?
«Desde el punto de vista de las partes, Armenia ha podido comprobar cuál es el grado de lealtad de Rusia en unas condiciones muy muy extrañas y Azerbaiyán ha aprovechado su superioridad militar para dar un golpe encima de la mesa y recuperar los territorios que había perdido en 1994», opina Alberto Priego, profesor de Relaciones Internacional de la Universidad Pontificia Comillas. Para Priego, este acuerdo de paz «deja una lección a los estados que están bajo una cierta protección rusa: que no pueden fiarse tanto de Moscú para hacer frente a sus enemigos. Armenia tiene un tratado de defensa colectiva con Rusia que no se ha hecho efectivo. Es verdad que Azerbaiyán tiene un tratado con Rusia pero no es tan garantista desde el punto de vista de la seguridad».
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