Robert Le Hunte, ministro de Servicios Públicos de Trinidad y Tobago, ha renunciado tras graves discusiones dentro del Gabinete, por acusaciones sobre lo coordinado en las reuniones efectuadas por Delcy Rodríguez, vicepresidenta del régimen de Maduro.
Otros altos funcionarios venezolanos también desfilaron por las islas efectuando encuentros con autoridades trinitarias, que llevaron a esta crisis, entre los que destaca el recientemente nombrado presidente de PDVSA, Asdrúbal Chávez.
Recordemos que tanto Delcy Rodríguez, como la estatal petrolera venezolana, se encuentran sancionadas por Estados Unidos, en un esfuerzo por castigar a los responsables de la situación que vive Venezuela en la actualidad.
Un día después de la visita de Rodríguez y Chávez, el 28 de marzo, la petrolera estatal trinitaria Paria Fuel Trading Company, recibió un pedido de 150 mil barriles de gasolina de parte de una misteriosa empresa denominada ES Euro Shipping SA, tal como revelaron los diarios locales de la nación caribeña.
La empresa registrada en Suiza le pertenece a José Guillermo Ruperti, hijo del millonario venezolano, cercano aliado de la revolución bolivariana Wilmer Ruperti, cuya participación en la historia del chavismo ha estado centrada en salvar al gobierno en distintas fases críticas de la gestión de PDVSA desde el año 2002, lo que le ha valido jugosos dividendos que han aumentado extraordinariamente su capital.
La empresa de Ruperti hijo, pidió 100 mil barriles de gasolina de 95 octanos y 50 mil de 92 octanos, cuyo destino final sería la isla de San Eustaquio, en las Antillas menores.
Las complicaciones comenzaron cuando Euro Shipping pidió a Paria una autorización para la participación de la empresa venezolana IC Global en la operación.
Paria se comunicó directamente con José Guillermo Ruperti para advertirle que ese combustible no podía terminar en Venezuela, debido a las cláusulas del contrato, además de las sanciones que le podían caer a Paria.
Euro Shipping respondió que la solicitud había sido una confusión, que sólo querían pedir una recomendación de la empresa y que el destino final de la carga no serían los puertos venezolanos.
El buque Aldan con bandera liberiana parte el 21 de abril y al día siguiente Ruperti se comunica con Paria para solicitar un cambio de destino en la guía del envío, esta vez para Aruba.
La cercanía de la isla con Venezuela volvió a preocupar a Paria, pero Ruperti les habría aclarado estar al tanto de las sanciones en torno a Venezuela y confirmó que ese no sería el destino final, sin embargo el 26 de abril se confirmó la llegada del buque Aldan con un cargamento de 150 mil barriles de petróleo a la refinería Amuay, ubicada en Paraguaná, a unos 25 kilómetros de Aruba.
La única diferencia con la carga que había vendido la petrolera trinitaria, era que el que figuraba como vendedor era Maroil Trading, una empresa registrada en Panamá propiedad de Ruperti padre, en la que su hijo aparece como secretario.
La misma Maroil Trading Inc, ya había facturado en marzo de este año a PDVSA una cuenta por 12 millones de euros por la compra de 250 mil barriles de gasolina 95 octanos, comprada en un país no revelado del Medio Oriente, según reportó The Associated Press.
Escándalo en las islas
El gobierno de Trinidad y Tobago niega cualquier responsabilidad por el aparente desvío de un cargamento de gasolina a Venezuela, incidente que levanta las sensibilidades políticas en torno al comercio de petróleo con Venezuela y los lazos entre PDVSA y las islas cercanas.
Según los datos del envío solicitado por ES Euro Shipping, la gasolina cargada en Pointe Pierre en Trinidad y que en efecto salió el 21 de abril, debía llegar a Aruba el 6 de mayo, pero las autoridades trinitarias han perdido contacto con el buque, que se encuentra fuera de alcance, según múltiples servicios de rastreo de envío, y se cree ampliamente que se encuentra en aguas venezolanas pues el puerto de escala registrado anteriormente del petrolero fue la terminal Amuay de PDVSA, el 14 de marzo.
«El contrato y el conocimiento de embarque para ese envío estipulaban que Aruba sería el destino final, con todas las restricciones incluidas», dijo el ministro de Energía de Trinidad, Franklin Khan, quien agregó que «cuando el envío llega a Aruba, que es cuando el contrato se ha cumplido por completo y se carga en una terminal en Aruba, hemos perdido el título del suministro».
El titular de energía de las islas dijo que «si parte de ese envío finalmente llegó a Venezuela, no tenemos responsabilidad en ese asunto. Lo vendimos con un conocimiento de embarque a Aruba. Hemos perdido el título en Aruba».
El presidente de Paria, Newman George, dijo que la firma realizó las diligencias necesarias sobre la transacción antes de concluirla, liberándose de cualquier responsabilidad en el desvío de la gasolina al puerto paraguanero.
La oposición política de Trinidad ha advertido la venta como una acción «que podría dañar gravemente nuestro beneficioso comercio, la seguridad nacional y las relaciones exteriores», dijo el líder opositor Kamla Persad Bissessar.
Debido a las sanciones petroleras de Estados Unidos a Venezuela, se desaconseja que las empresas no estadounidenses negocien con PDVSA, aunque estas medidas de presión estadounidenses sobre el régimen de maduro no tengan ningún componente secundario directo.
La vicepresidenta de Maduro habría iniciado el polémico acuerdo petrolero. En la imagen junto al Primer Ministro de las islas.
La senadora Anita Haynes publicó un artículo en el que pide explicaciones al gobierno sobre el escándalo tras la renuncia del ministro Le Hunte: «¿esta sorpresiva renuncia está vinculada a cualquier disputa dentro del Gabinete por las acusaciones y múltiples actividades del Primer Ministro para reunirse con la sancionada vicepresidenta venezolana y otros funcionarios, poniendo en peligro nuestras relaciones internacionales con nuestros aliados de bien?»
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