presunto asesino de Madeleine McCann, un hombre de 43 años que está siendo investigado por la fiscalía de la ciudad alemana de Braunschweig, ejecutó una brutal violación en una mansión frente a la playa a menos de un kilómetro y medio de donde desapareció la niña inglesa en 2007.
El alemán Christian Brueckner fue arrestado por esa violación cometida en Portugal en 2005. Su víctima fue una estadounidense de 72 años, a la que ató, golpeó, agredió sexualmente y finalmente robó. No fue detenido y procesado sino hasta diez años después, a raíz de las pruebas de ADN realizadas en un cabello que se encontró en el lugar de los hechos.
La mansión, llamada Casa Jacaranda, se encuentra en la turística localidad portuguesa Praia da Luz y está a sólo diez minutos a pie del complejo de apartamentos Ocean Villa, donde Madeleine McCann dormía cuando fue secuestrada hace 13 años.
La proximidad de las dos construcciones evidenciaría que Brueckner estaba familiarizado con las carreteras de Praia da Luz, estimando que había circulado por la zona en busca de lugares para irrumpir y robar.
El semanario alemán Der Spiegel reportó que Brueckner tiene un amplio historial delictivo, con unos 17 casos, desde agresiones a robos o asuntos relacionados con drogas.
Su primer juicio por un delito sexual fue en 1994, cuando tenía 17 años, cuando fue condenado en Baviera por abusar de un niño. El último caso relacionado con menores fue un proceso por tenencia de pornografía infantil en 2016.
Christian Brueckner vivió y trabajó entre 1995 y 2007 en el sur de Portugal, donde habría cometido varios delitos, robos en hoteles y apartamentos y la violación de la anciana estadounidense hace 15 años. Se mudó en las semanas alrededor de la desaparición de McCann y volvió a Alemania, donde cometió crímenes vinculados con el narcotráfico.
Una teoría es que en 2007 Brueckner entró al apartamento donde estaba Madeleine McCann buscando robar y luego secuestró a la niña, que entonces tenía 3 años de edad.
Esta hipotesis está apoyada por la revelación siniestra de que, según publicó Der Spiegel este viernes, Brueckner le envió a un conocido en 2013 un mensaje en el que expresaba su deseo de secuestrar a alguien pequeño y abusar de él “durante algunos días”.
De acuerdo con documentos de la investigación a los que ha tenido acceso el semanario alemán, el sospechoso, que cumple condena en una prisión de Kiel (norte de Alemania) por un caso no especificado, le escribió a un conocido que sentía el deseo de “cazar algo pequeño y utilizarlo durante días”. A la respuesta de su interlocutor de que esto sería peligroso, Brueckner replicó: “Bah, si luego se eliminan las pruebas”.
Der Spiegel reveló también que el hombre de 43 años está siendo investigado asimismo por otro posible secuestro, el de la niña alemana Inga, de 5 años, que desapareció en el estado federado de Sajonia-Anhalt (este de Alemania) en la primavera de 2015, durante una excursión con su familia. Brueckner se encontraba por esas fechas en un terreno a 90 kilómetros de distancia del lugar en que fue vista por última vez. El sitio fue registrado un año después por la policía, que encontró un USB que contenía pornografía infantil, pero ningún rastro del paradero de Inga.
Las sospechas sobre Brueckner en el caso McCann se difundieron en primer lugar en el Reino Unido, a través de Scotland Yard. La Fiscalía de Braunschweig indicó que se está investigando el asunto “en estrecha colaboración” con la Metropolitana Police británica y con la Policía Judicial portuguesa. “Asumimos que la niña está muerta”, dijo el jueves Christian Wolters, portavoz de la fiscalía de Braunschweig, en el norte de Alemania.
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