Guillermo Lasso hizo una demostración de fuerza en la Plaza Grande de Quito, ubicada frente al Palacio de Carondelet, sede del gobierno ecuatoriano. El presidente que lleva cinco meses en el cargo ha dicho que se cuece una conspiración en su contra y ha querido mostrar el apoyo ciudadano y partidario.
Por Yalilé Loaiza– Infobae
La Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE) ha anunciado movilizaciones en contra de la administración de Lasso para este 26 de octubre. A la convocatoria de Leonidas Iza, presidente de la CONAIE y uno de los “conspiradores”, según el presidente Lasso, se ha unido el titular del Frente Unitario de Trabajadores, Ángel Sánchez, el vicepresidente de la Federación Nacional de Indígenas y Negros (Fenocin), Jatari Sarango, y Nelson Erazo, del Frente Popular.
Iza ha declarado que no se paralizará el país como en octubre de 2019, cuando Ecuador vivió 11 días de intensas protestas por los precios de los combustibles que acabaron incluso en revueltas violentas y en enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los manifestantes: “En conjunto, para el día 26 hemos propuesto una movilización, no paralización, no cierre como están pretendiendo posicionar en este momento, con una acción antesala a lo que puede significar en los siguientes días”, dijo Iza cuando convocó a la movilización.
A pesar de lo anterior, Guillermo Lasso, durante el plantón que se realizó el último miércoles y cuya convocatoria fue realizada por el Movimiento oficialista Creando Oportunidades (CREO), dijo que: “Vamos a defender a Quito de aquellos a los que les gusta la violencia, de aquellos que quieren incendiar edificios públicos, de aquellos que quieren secuestrar a policías”.
Con ese discurso Lasso hizo alusión a los hechos de octubre de 2019, durante la crisis que se desató ese mes durante el gobierno del expresidente Lenín Moreno, se registró el incendio del edificio de la Contraloría General del Estado por parte de supuestos manifestantes. También se incendió un cuartel de la Policía Nacional y durante una asamblea indígena se retuvo a policías y periodistas en contra de su voluntad.
Desde el balcón de Carondelet, Lasso pronunció varias frases en un intento de demostrar liderazgo y fortaleza: “Que los triunviros de la conspiración comprendan que el pueblo ecuatoriano se levanta para defender a la democracia”, añadió Lasso. En una entrevista realizada la semana anterior, Lasso dijo que el expresidente Rafael Correa, que el líder simbólico del Partido Social Cristiano, Jaime Nebot, y que el presidente de la CONAIE, Leonidas Iza son un “triunvirato de la conspiración”, pues planean arrebatarle el poder mediante la desestabilización del país.
Esa misma tarde, miembros del FUT marcharon por Quito para entregar un proyecto de Código de Trabajo a la Asamblea Nacional –como se conoce al Congreso ecuatoriano.
Luego de la exitosa campaña de vacunación anticovid del presidente Lasso, que ubicó al país andino entre los líderes regionales en materia sanitaria, el Ecuador ha vivido un estallido de violencia. Por ejemplo, la última masacre en la Penitenciaría del Litoral dejó 119 muertos y reveló que el sistema carcelario es una bomba de tiempo. Asimismo, el país vive una escalada de violencia criminal que ha dejado la tasa de homicidios intencionales por cada 100.000 habitantes más alta de los últimos cinco años. Según las autoridades, estas muertes están relacionadas con el tráfico de drogas y con las acciones que el gobierno ha emprendido para controlar las calles y las cárceles del país. Por esta razón, la última semana, Lasso firmó un decreto de Estado de Excepción para desplegar a los miembros de las Fuerzas Armadas en nueve provincias del país.
La decisión de decretar el Estado de Excepción ha sido considerada como un movimiento político más que una acción para frenar la delincuencia. Algunos analistas han dicho que el Estado de Excepción permitirá a Guillermo Lasso enviar a la Asamblea Nacional –donde el partido oficialista es minoritario– el proyecto de Ley Creando Oportunidades –que incluye reformas tributarias y laborales– como materia “económica urgente”. Si esto sucede y la Asamblea no se pronuncia, el proyecto de ley –que ahora se dividirá, según ha dicho Lasso– podría aprobarse por el Ministerio de la Ley.
Otros expertos han señalado que declarar el Estado de Excepción faculta a Guillermo Lasso a usar la figura de la disolución anticipada de los poderes representativos, conocida como “muerte cruzada”, para eliminar al Congreso y convocar a elecciones anticipadas, lo que le permitiría gobernar a través de decretos presidenciales mientras se llaman a las votaciones.
Por su parte, activistas por los Derechos Humanos y otros actores políticos señalan que el Estado de Excepción y la militarización de las calles servirá para reprimir las protestas convocadas para el 26 de octubre y para justificar excesos de fuerza en contra de los manifestantes. No obstante, el gobierno se ha pronunciado diciendo que el derecho a la protesta está garantizado.
Durante el plantón en la Plaza Grande se observaron fotografías de Lasso, banderas partidarias, carteles, pancartas y letreros de apoyo al Presidente, quien agradeció a las personas que viajaron desde las distintas ciudades del país para llegar al encuentro en Carondelet. “Si tenemos que empuñar la Constitución contra los golpistas, lo haremos”, aseguró el Primer Mandatario.
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