Todo parece indicar que el fentanilo, la poderosa “droga zombie” que causa estragos en Estados Unidos, ha llegado finalmente hasta el confín de Sudamerica. A fines de octubre, un ciudadano argentino identificado como Raúl Emilio Muñoz (56), fue sorprendido tratando de ingresar a Chile en bus por el poco concurrido paso sureño de Pino Hachado, tres frascos de vidrio que contenían 320 gramos de este peligroso opiáceo sintético que puede llegar a ser hasta 100 veces más potente que la morfina. Su destino era la ciudad de Concepción. Sin embargo, descubierto por los guardias de Aduana, fue formalizado en el juzgado mixto de Curacautín y quedó en prisión preventiva, decretándose dos meses para la investigación.
Un par de días después, una chilena de 51 años fue arrestada en la población Nuevo Amanecer de la comuna de Coronel por tráfico de ketamina mezclada con fentanilo, así como otras drogas, tales como cannabis y cocaína base.
Aunque las autoridades policiales no han establecido una conexión entre ambas detenciones y han asegurado que la presencia de esta droga es hasta ahora mínima en Chile, hoy diversos parlamentarios mostraron su preocupación y pidieron aumentar las penas para evitar que el fentanilo se masifique en Chile.
El presidente de la comisión de Salud del Senado, Juan Luis Castro (PS), aseguró que buscará hacer un modificación a la Ley de Drogas para así aumentar las penas por este delito. “Todo esto es parte de un paquete de medidas que el gobierno debería impulsar fuertemente ante esta emergencia del fentanilo, en el mundo y en Chile, como droga de alta potencia adictiva”, señaló.
Por su parte, el diputado Andrés Celis (RN) pidió que “nos hagamos cargo de una vez por todas de las amenazas inminente del ingreso y consumo del fentanilo, tras conocer los estragos que ha causado en Estados Unidos, donde es un verdadero problema de salud pública”.
Desde la vereda del gobierno, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, sostuvo que “ningún sistema es completamente invulnerable y, eventualmente, se pueden producir delitos de sustracción y comercialización”.
Frecuentemente, el fentanilo se mezcla en “cocinas” caseras con otras drogas como la ketamina, cocaína o heroína, sin que los usuarios lo sepan, lo que aumenta el riesgo de sobredosis.
El caso argentino
También a fines de octubre, en el sur argentino, el Secretario de Gobierno de Ushuaia, Néstor Eduardo Barrientos, fue sorprendido con 257 gramos de fentanilo mientras conducía por la ciudad. El caso ha estremecido a los habitantes de esta turística y tranquila localidad sureña, más aún porque la detención de Barrientos fue gracias a un simple control de rutina, y la ayuda de un perro entrenado para detectar sustancias ilícitas.
El Jefe de la Unidad Regional de Trelew, señaló que “durante el control, un perro entrenado marcó positivamente un vehículo Fiat Chronos, lo que llevó al hallazgo de tres pipas de inhalación, tres picachus, una balanza, agujas hipodérmicas, un Viper y 247 gramos de sales. Estas sales contienen una sustancia llamada catinona, que se considera una nueva sustancia psicoactiva”.
Walter Vuoto, Intendente de Ushuaia, explicó que el funcionario fue retirado de su trabajo “hasta que se expida la Justicia”.
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