Mucho antes de que Álex Saab estuviera públicamente en la mira de las autoridades, a sus vecinos en la Arenosa ya les parecía que algo olía mal en ese ascenso desmesurado de su vida empresarial. Cualquiera que pasara hace unos años por la localidad de Riomar sabía que algo no cuadraba. A pesar de ser un barrio lujoso, lo que sucedía sobrepasaba toda proporción.
Por SEMANA
De repente, apareció una estrambótica mansión de 3.740 metros cuadrados que parecía albergar lujos de un sultán. El destinatario de semejante grandeza, sin embargo, era un viejo conocido de la ciudad: Álex Saab.
Para ese momento, Álex Saab era un empresario que había levantado un buena fortuna con un negocio de fabricar toallas. Aunque le iba bien, era bastante raro que las ganancias fueran tan grandes y pudiera darse una vida con tanto derroche a ojos de toda la ciudad. A esa casa llegó a vivir tiempo después de inaugurarla Camilla Fabri, la bella modelo italiana que se había convertido en el gran amor de Saab.
La llegada de la modelo italiana a Barranquilla, cuenta Gerardo Reyes en su libro Álex Saab: la verdad sobre el empresario que se hizo multimillonario a la sombra de Nicolás Maduro, revolucionó al personal del empresario, que intentó a toda costa tener el lugar listo y esplendoroso.
Sin embargo, la verdad sobre la propiedad terminó por salir a la luz. Una investigación de la plataforma periodística Connectas reveló que la mansión fue construida sobre cuatro predios comprados por Promotora Dubera S. A. S., empresa acusada por la Fiscalía de presuntamente lavar activos para legalizar recursos ilícitos. “Es la joya de Saab en Colombia. Ni siquiera las lujosas propiedades que ha tenido –directa o indirectamente– en Italia superan el valor de su mansión en Barranquilla”, señala Connectas.
Hace dos años, la Fiscalía colombiana le puso el ojo. La propiedad, avaluada en 28.000 millones de pesos, era el símbolo del éxito empresarial de Saab, algo inexplicable frente al manejo de una compañía de toallas, que era la primera actividad del barranquillero.
La Fiscalía aseguró, al pedir medidas cautelares sobre esta casa, en junio del año pasado, que “los inmuebles ocupados habrían sido adquiridos por una empresa fachada, con recursos provenientes de las actividades ilícitas de Álex Saab”.
Los miembros del CTI tomaron fotografías y videos que dejaban ver que era tan espectacular por dentro como parecía por fuera. La propiedad cuenta con cinco habitaciones, varias salas para compartir y un cine. El vestier es tan grande como la sala de una casa y tiene espacio para cientos de zapatos y carteras.
También hay un spa que envidiaría cualquier hotel de lujo. Se ve un espectacular jacuzzi, una sala de masajes para varias personas y sillas relajantes. El exterior de la casa es también impresionante. Cuenta con una enorme piscina, rodeada de bellos jardines. Y en el parque se levantaron juegos, como un saltarín en el que cabría toda una fiesta, y una casa de muñecas, igual que una real.
Saab quería tanto complacerla que, cuando el Country Club de Barranquilla les retiró el acceso, él levantó en el jardín una cancha de tenis profesional para que ella pudiera seguir jugando. Aunque no era el único bien de Saab, sí era el más preciado.
Junto con la casa, la Fiscalía anunció en esa oportunidad que, además, habían pedido medidas cautelares de embargo y secuestro de otras siete propiedades. Entre estas, un apartamento de 379 metros cuadrados, dos casas y tres garajes, también en la ciudad de Barranquilla.
Si Saab quedó en evidencia por esa mansión en la Arenosa, Camilla Fabri terminó emproblemada por un apartamento en la muy tradicional Via Condotti, en Roma. Saab solía poner sus negocios y propiedades a nombre de su familia, lo cual hoy representa un duro revés en su defensa, pues todos tienen problemas judiciales.
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