La presidente de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, solicitó este jueves formalmente a los legisladores la redacción de los cargos para el proceso de destitución contra el presidente, Donald Trump.
“Nuestra democracia está en juego. El presidente no nos deja otra opción”, dijo Pelosi en una sombría y breve intervención televisada desde el Congreso.
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Además, remarcó que “el presidente abusó de su poder para su propio beneficio político personal a expensas de la seguridad nacional” de EEUU.
En la víspera, tres de los cuatro profesores de derecho invitados por el Congreso afirmaron que el procedimiento de juicio político está justificado y es necesario para proteger la democracia, mientras que el experto disidente consideró que aún no hay pruebas suficientes.
El proceso para la eventual destitución de Trump fue iniciado por los demócratas a finales de septiembre, después de conocerse que el mandatario pidió a Ucrania que investigara a Joe Biden, su rival potencial en las elecciones en 2020. Según acusa la oposición, el presidente republicano abusó de su poder para promover su campaña de reelección y presionó a Kiev congelando casi 400 millones de dólares de ayuda militar para el conflicto que ese país mantiene con Rusia.
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El martes, la comisión de investigación de la Cámara Baja publicó el informe final de la pesquisa contra Trump, luego del paso de varios funcionarios y diplomáticos que complicaron la defensa del mandatario. “Las pruebas de la mala conducta del presidente son abrumadoras, al igual que las pruebas de su obstrucción al Congreso”, indica el informe del comité, con mayoría demócrata.
Dada la mayoría demócrata en la Cámara, se espera que Trump ingrese en los libros de historia como el tercer presidente de Estados Unidos en ser sometido a juicio político, después de Andrew Johnson en 1868 y de Bill Clinton en 1998, ambos absueltos.
No hay fecha por el momento para esta votación cuando los cargos sean presentados, pero se prevé que se realice antes del final del año.
Pero el Senado aguarda con otro panorama: la mayoría republicana, hasta ahora con inquebrantable disciplina partidaria, sería el órgano responsable de juzgar al presidente y requeriría una mayoría poco probable de dos tercios para destituirlo.
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