El presidente del Gobierno ha comparecido hoy cargado de optimismo para asegurar que las previsiones con la que trabaja el Ejecutivo, en un escenario conservador, se podrá alcanzar a finales de agosto la inmunización con pauta completa a 33 millones de españoles, alcanzando el objetivo de llegar al 70% de la población adulta.
Por Víctor Ruiz de Almirón – ABC
Pedro Sánchez ha comparecido en La Moncloa para proclamar que «España ya tiene un horizonte de salida», aunque aceptando que todavía estamos «lejos de la recuperación total de nuestra actividad». Sánchez ha defendido que «la vacunación es la política económica más eficaz» y ha planteado que con el segundo trimestre se consolidará un «esfuerzo sin precedentes» para «acelerar significativamente el ritmo de vacunación» desde este mes de abril. Pese a que la velocidad de vacunación en la Unión Europea está muy por detrás de Estados Unidos, Reino Unido o Israel, Sánchez ha querido destacar que el ritmo en nuestro país es «de los mejores de la UE». Y ha culpado directamente a AstraZeneca y sus retrasos en la distribución al hecho de que la UE vaya por detrás.
Sánchez ha plasmado algo ya esperado, que el ritmo de la vacunación «se va a acelerar desde el mes de abril», asegurando que «cada mes va a mejorar al siguiente». El presidente ha hecho una proyección de ese ritmo de vacunación de ese escenario más conservador hasta alcanzar ese 70% de personas vacunadas a finales de agosto. El presidente ya ha dicho que en la semana del 3 de mayo serán 5 millones de españoles los que estarán vacunados. La primera semana de junio serán 10 millones las personas vacunadas. El 14 de junio serán ya 15 millones de personas. Ese será el punto de partida del verano, llegándose en la semana del 19 de julio hasta los 25 millones de personas vacunadas. El siguiente hito sería llegar a ese 70% de la población adulta a finales de agosto.
El presidente del Gobierno ha dicho que está comprometida una contratación de más de 87 millones de dosis entre abril y septiembre para «asegurar que cualquier compatriota que lo desee podrá ser vacunado en este periodo». Esta proyección en el ritmo de vacunación permitiría según la intención del Ejecutivo no volver a ampliar el estado de alarma, que toca a su fin el 9 de mayo. «El objetivo del Gobierno que una vez vencido el plazo no sea necesario prorrogar más el estado de alarma. Queremos que el 9 de mayo sea el punto y final del estado de alarma».
El objetivo del Gobierno es que a partir de entonces el Consejo Interterritorial pueda gestionar entre el Gobierno y las comunidades autónomas la etapa final de la pandemia. Recordando que sus decisiones son de «obligado cumplimiento». Si bien ha reconocido que el estado de alarma habilita a cierres perimetrales del territorio o a restricciones de movilidad. Con lo que se viene a plantear que sin este paraguas jurídico no se podrán tomar esas medidas. Pero el Gobierno se ha aferrado al impulso de la vacunación y a la mejora general para que estas medidas no sean necesarias: «Esperemos que la realidad epidemiológica nos dé los suficientes instrumentos para seguir respondiendo con eficacia a esta pandemia».
Los contratos firmados
Este segundo trimestre será clave para coger ritmo. El Gobierno espera que entre abril y junio se recibirán 38 millones de dosis de Pfizer, AstraZeneca, Moderna y Janssen, ya que esta última firma cuenta con la autorización de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) desde el pasado 11 de marzo. «Esto supone recibir 3,5 veces más de dosis de vacunas que las recibidas en el primer semestre», ha dicho Sánchez. La vacuna de Janssen es además fundamental porque es la única que se aplica en una sola dosis. Entre junio y septiembre llegarían otros 48 millones de dosis, añadiéndose a las cuatro anteriores la vacuna alemana CureVac.
El presidente del Gobierno ha defendido su estrategia de adquisición de vacunas, basada en una cartera «muy diversificada». Glosó los contratos firmados hasta la fecha, que se resumen en una contratación ya comprometida de más de 87 millones de dosis entre abril y septiembre para «asegurar que cualquier compatriota que lo desee podrá ser vacunado en este periodo». El Gobierno estima que el Sistema Nacional de Salud tiene una capacidad de inyectar más de 3,5 millones de dosis cada semana. El diagnóstico que hace el Gobierno es que el ritmo hasta ahora estaba condicionado por el cuello de botella en la recepción de las dosis y por las dudas que generaron los retrasos de Astrazeneca.
En esta nueva velocidad del proceso de vacunación el objetivo del Gobierno es terminar en primer lugar los grupos prioritarios que han sufrido retrasos en las estimaciones previstas. El objetivo del Gobierno es que para el 11 de abril todos los mayores de 80 años hayan recibido al menos una dosis de la vacuna. Y que la segunda llegue a todos antes de «la primera quincena de mayo». Esto es clave para seguir hundiendo la curva de fallecimientos. Después se abrirá el siguiente grupo de vacunación, el de las personas de 70 a 79 años, a las que se administrará las vacunas de Pfizer, Moderna y Janssen. También se vacunará a personas de alto riesgo de COVID-19, como trasplantados, pacientes oncológicos, personas con síndrome de Down o en hemodiálisis. A continuación, se proseguirá con el grupo de 60 a 69 años que ya está avanzado en muchas regiones.
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