Un Tribunal de Sentencia de Honduras ordenó este jueves 23 de julio de 2020, la liberación de la exprimera dama Rosa Elena Bonilla, esposa del expresidente Porfirio Lobo (2010-2014), quien guardaba prisión luego de ser detenida en su casa y encarcelada el 28 de febrero de 2018, por corrupción.
EFE
El mismo tribunal revocó la prisión preventiva que pendía contra Saúl Escobar, quien fue secretario privado de Bonilla cuando fue primera dama del país centroamericano.
Bonilla y Escobar, según la resolución, deberán permanecer bajo el cuidado de sus apoderados legales, rendir un informe al mes y tienen prohibido salir del país.
Además, no podrán asistir a reuniones o sitios a los que asistan los demás imputados en el caso, que fue denominado «Caja chica de la dama», testigos, peritos y cualquier otra persona involucrada.
La ex primera dama fue condenada en septiembre de 2019 a 58 años de cárcel por ocho delitos de fraude y tres de apropiación indebida, en tanto que Escobar a 48 años por ocho delitos de fraude, en un caso en el que, por primera vez en la historia de Honduras, una ex primera dama fue capturada y enviada esposada a prisión.
Luego de salir de la prisión, subrayó que se siente «bien», porque volverá a reunirse con su familia, que en la prisión le trataron bien y que ha sido «una experiencia» que ha sabido superar.
El abogado defensor de Bonilla, Juan Carlos Berganza, indicó a los periodistas que la resolución del Tribunal de Sentencia se aplicó con base en el derecho procesal penal, revocando «la medida de prisión preventiva por sustitutivas».
Berganza no descarta que el Ministerio Público presente un recurso en contra de la resolución del Tribunal de Sentencia, y dijo que quedan a la espera del nombramiento de un nuevo tribunal para un nuevo juicio oral y público, en el que demostraría «la inocencia» de la exprimera dama.
EXPRESIDENTE LOBO SATISFECHO POR NUEVO FALLO
El expresidente Lobo expresó que está «contento» por la decisión del Tribunal de Sentencia y reiteró que su esposa no cometió ningún delito, el que, en su opinión, fue fraguado en la Casa Presidencial, responsabilizando por eso al presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, confabulado con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
Lobo llegó hasta la prisión de mujeres, cercana a Tegucigalpa, en una camioneta blanca a recoger a su esposa.
La sentencia de 58 años de cárcel contra Bonilla, que Lobo entonces calificó de «injusta», fue dictada el 4 de septiembre de 2019.
Bonilla fue condenada a diez años de prisión por apropiación indebida y a seis años por cada uno de ocho delitos de fraude, que suman 48, para «un total de 58 años de reclusión», dijo a los periodistas el portavoz de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Silva, el 4 de septiembre de 2019.
Además, a la acusada se le impuso una multa de 1,2 millones de lempiras (unos 48.387 dólares), equivalente al 10 % de más de 12 millones de lempiras (unos 495.967 dólares) que habría desviado, según la acusación, de los fondos del Despacho de la Primera Dama, a cuentas bancarias personales suyas.
Luego de conocer la sentencia contra su esposa, el expresidente Lobo la calificó, además, como un «linchamiento», y dijo que el caso de su esposa fue una «presea» que el presidente Hernández «le prometió» a Luis Almagro, a través de la otrora Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih), que hasta enero de este año dependió de la OEA.
«Con el «linchamiento» de Mi Querida Rosa Luis Almagro tiene la presea q’ le prometió su socio y amigo Juan Orlando Hernández, a cambio que le siga encubriendo sus varios actos de mega corrupción (sic)», escribió Lobo en Twitter al conocer la sentencia contra su esposa.
En la sentencia de 2019, Bonilla fue absuelta del delito de malversación de caudales públicos en contra de la administración pública.
La acusación contra Bonilla y los otros implicados en el caso «La caja chica de la dama», fue presentada después de una investigación de la entonces Unidad Especial de la Fiscalía Contra la Corrupción y la Impunidad (Ufecic), del Ministerio Público, y la Maccih.
El 13 de marzo, el Supremo de Honduras ordenó que se repita el juicio contra la ex primera dama hondureña en respuesta a dos recursos presentados por la defensa de la acusada, informó una fuente oficial.
El portavoz de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Silva, dijo a los periodistas que la Sala de lo Penal declaró con lugar dos recursos por quebrantamiento de forma presentados por la defensa de Rosa Elena Bonilla.
La Sala de lo Penal, por unanimidad de votos, admitió el recurso de la defensa y mandó que «el Tribunal de Sentencia con competencia nacional en materia de corrupción celebre nuevo juicio contra la señora Rosa Elena Bonilla Ávila, a quien se le supone responsable como coautora de delito de apropiación indebida y autora ocho delitos de fraude en concurso real», indicó Silva.
Además, la misma sala encontró violación al principio de acusación y quebrantamiento de forma, hechos y fallos contradictorios e incongruencias entre los delitos, entre otras supuestas irregularidades.
La corrupción y la impunidad en Honduras es una de las principales causas de la pobreza que sufre más del 60 por ciento de sus 9,3 millones de habitantes, según denuncias de organizaciones de sociedad civil, entre ellas la iglesia católica.
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