Las autoridades de Nueva York anunciaron este miércoles que en menos de dos semanas han desmantelado 239 campamentos de personas sin techo dentro de una nueva iniciativa para combatir este problema, casi estructural en la ciudad y que se ha agravado con la pandemia.
La cuestión de las personas sin hogar, junto a la lucha contra la inseguridad -con la que está estrechamente vinculada-, se ha convertido en la gran apuesta del alcalde neoyorquino, Eric Adams, desde que asumió el cargo el pasado enero.
Hoy, Adams dio por finalizada la primera fase de su programa para responder a la crisis de los sin techo, que el Ayuntamiento presenta como un doble esfuerzo que busca asistir a estas personas poniéndolas en contacto con los servicios sociales y limpiar la vía pública.
“Tenemos los recursos y la obligación moral para ayudar a nuestros vecinos neoyorquinos y no solo pasar junto a ellos y hacer como que no es asunto nuestro”, señaló Adams en una conferencia de prensa.
En los últimos días, funcionarios municipales han desmantelado campamentos alrededor de toda la ciudad, muchas veces bajo puentes u otras estructuras.
En una sola avenida de Brooklyn, por la que transita una autopista elevada, se eliminaron una decena de campamentos y se recuperaron más de 500 jeringuillas usadas, según dijo hoy el Ayuntamiento, vinculando así directamente al vagabundeo con la drogadicción.
Los equipos enviados a esas zonas incluyen personal de servicios sociales, pero una clara mayoría de los sin techo ha rechazado hasta ahora cualquier tipo de ayuda por su parte, tal y como admiten las propias autoridades.
“Construir confianza lleva tiempo, pero hacer esto es lo correcto, porque no hay ninguna libertad ni dignidad en vivir en una caja de cartón bajo un puente”, sostuvo el alcalde.
En paralelo, el Ayuntamiento está ampliando en paralelo la capacidad de los albergues municipales, algo que ya había anunciado cuando el pasado febrero puso en marcha un plan para sacar a los sin techo que duermen en el metro de la ciudad, una iniciativa que llegó en respuesta a varios sonados episodios de violencia protagonizados en el sistema de transporte por vagabundos con problemas de salud mental.
Según Adams, esta semana ya estarán en disponibles 350 de las 500 camas adicionales que se habían prometido, algo muy por debajo de las cifras de vagabundos que se calcula erran por las calles de Nueva York o por su red de metro.
Se calcula que en Nueva York hay unas 50.000 personas sin hogar, de las que una gran mayoría duermen habitualmente en albergues.
Las políticas del nuevo alcalde en este ámbito han recibido numerosas críticas por parte de grupos de defensa de los desamparados, que insisten en que antes de sacar a estas personas de la calle debe resolverse el problema de la vivienda.
El problema no es exclusivo de la Gran Manzana y recientemente otras ciudades estadounidenses como Los Ángeles y Boston han optado también por desmantelar campamentos de vagabundos.
EFE
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.