Los opositores bielorrusos esperan congregar este domingo otra enorme manifestación para mantener bajo presión al presidente Alexander Lukashenko, en víspera de la reunión con su homólogo ruso, Vladimir Putin, su principal apoyo.
AFP
En los últimos años Lukashenko, en el poder desde 1994, acusó a su histórico aliado ruso de “desestabilizar” a su país, pero desde que empezaron las multitudinarias manifestaciones en su contra ha dado un giro de 180 grados y pide el apoyo de Rusia frente a lo que considera una maniobra occidental.
El movimiento de protesta que recorre Bielorrusia desde la elección presidencial del 9 de agosto, que Lukashenko dice haber ganado con el 80% de lo votos, ha logrado congregar cada domingo, desde esa fecha, a más de 100.000 personas en las calles de la capital Minsk.
Esta quinta manifestación, llamada “Marcha de los héroes”, en referencia a las víctimas de la represión, se inicia este domingo a las 14H00 (11H00 GMT). El fin de semana pasado, más de 600 personas fueron detenidas en Minsk y en otras ciudades.
Un grupo de policías detienen a mujeres durante una manifestación en contra de los resultados de las elecciones presidenciales en Minsk, Bielorrusia, el 12 de septiembre de 2020
Un grupo de policías detienen a mujeres durante una manifestación en contra de los resultados de las elecciones presidenciales en Minsk, Bielorrusia, el 12 de septiembre de 2020© TUT.BY/AFP .
El sábado, la policía antidisturbios bielorrusa disolvió con dureza una concentración de mujeres en la capital y detuvo a decenas de ellas, en una nueva jornada de protesta contra el régimen.
Svetlana Tijanóvskaya, candidata a la elección presidencial que reivindicó la victoria ante Lukashenko y está ahora exilada en Lituania, saludó en un video a un “pueblo realmente heroico” que prosigue su “combate por la libertad”.
Rocambolesca detención
La semana pasada estuvo marcada por la rocambolesca detención de una de sus aliadas, la opositora María Kolésnikova, tras resistirse a ser expulsada del país, para lo que rompió en pedazos su pasaporte.
Kolésnikova está ahora detenida, acusada de “atentar contra la seguridad nacional”.
Pese a la magnitud de las protestas, Lukashenko se niega a cualquier concesión, y solo aludió a una ambigua reforma futura de la Constitución.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó el viernes que está “profundamente preocupado” por el uso de la fuerza en Bielorrusia contra manifestantes pacíficos, y recalcó que la crisis solo puede resolverla “el pueblo bielorruso”.
La Unión Europea lamentó en un comunicado “el desprecio cada vez más evidente por el derecho que exhibe Bielorrusia, en particular la espiral de violencia y el exilio forzoso” de miembros de la oposición.
Washington, por su parte, afirmó el viernes que está preparando sanciones para “dentro de unos días” contra personalidades bielorrusas, y agregó que Moscú está corriendo un gran riesgo apoyando al jefe de Estado en el poder desde hace 26 años
Rusia, a su vez, ha acrecentado su apoyo a Lukashenko, que se reunirá el lunes con Putin en Sochi (sur de Rusia) por primera vez desde el inicio de la crisis.
Una mujer vestida con la antigua bandera de Bielorrusia, hace el signo de la victoria en una manifestación en Minsk, Bielorrusia, el 12 de septiembre de 2020
Según algunos analistas, Rusia intentará rentabilizar al máximo su apoyo al presidente bielorruso, que no tiene ningún margen de maniobra, y “es completamente dependiente de Rusia” para sobrevivir políticamente.
Moscú quiere ahondar la unión política y económica existente entre ambos países, una idea que ha sido inicialmente rechazada por Lukashenko.
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