Investigaciones cerebrales a empleados de la embajada de Estados Unidos en La Habana, que dijeron haberse enfermado cuando prestaban servicio, revelaron cambios significativos, según un nuevo estudio publicado el martes que busca aclarar el misterio de las lesiones que el gobierno de Trump calificó de “ataque sónico”.
Expertos de la Universidad de Pensilvania dijeron que los síntomas descritos por los trabajadores de la embajada pueden reflejarse en sus escáneres cerebrales en comparación con los de voluntarios sanos.
La diferencia entre los cerebros de los empleados estadounidenses y las personas en evaluadas en un grupo de control “es bastante sorprendente en este momento”, dijo a Reuters en una entrevista telefónica, el doctor Ragini Verma, profesor de radiología en Pensilvania.
“La mayoría de estos pacientes tenían un tipo particular de síntoma y hay una anomalía clínica que se refleja en una anomalía de la imagen”, señaló.
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Sin embargo, en los hallazgos publicados en el Journal of the American Medical Association (JAMA, por su sigla en inglés), Verma y sus colegas dijeron que no está claro si los patrones cerebrales se traducen directamente en problemas de salud significativos.
Las exploraciones de las imágenes iniciales de 21 trabajadores de la embajada en La Habana no revelaron anomalías. Los problemas de salud reportados por más de dos decenas de empleados surgieron en 2016, luego de que el gobierno de Barack Obama reabrió la sede diplomática de Estados Unidos en Cuba.
La mayoría de los empleados fueron removidos de sus puestos en Cuba en 2017. Los síntomas incluyeron dolores de cabeza, zumbidos en oídos, trastornos de sueño, mareos y problemas de equilibrio, dijeron autoridades estadounidenses.
El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que Cuba era responsable, lo que el Departamento de Estado denominó como “lesiones significativas”. Cuba ha rechazado en reiteradas ocasiones la hipótesis sobre los incidentes de salud y los síntomas descritos por diplomáticos de Estados Unidos.
Reuters