El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha advertido este martes de que 176.000 personas, incluidos 90.000 niños, necesitan asistencia humanitaria «urgente» tras el paso del ciclón Eloise por el centro de Mozambique.
La tormenta, que tocó tierra el 23 de enero, trajo consigo lluvias torrenciales y fuertes vientos de hasta 160 kilómetros por hora, causando numerosos daños en casas, tierras de cultivo e infraestructura vital. Según las informaciones iniciales, 8.400 personas han perdido sus hogares, mientras que al menos 26 centros de salud y 85 aulas han sido destruidos.
En este contexto, UNICEF ha señalado que los niños que viven en las áreas afectadas, particularmente los que han sido desplazados, podrían estar en riesgo de contraer enfermedades transmitidas por el agua como el cólera y las infecciones diarreicas.
En la ciudad portuaria de Beira y en las zonas rurales, las inundaciones amenazan ahora a una población que aún se recupera del ciclón Idai, que azotó la misma región en 2019, desplazando a decenas de miles de familias y provocando una inseguridad alimentaria generalizada y un aumento de la desnutrición entre los niños.
«Hace menos de dos años, vi de primera mano las devastadoras consecuencias del ciclón Idai en los niños y las familias en el centro de Mozambique, consecuencias que continúan hasta el día de hoy», ha dicho la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.
«Esta última tormenta es un claro recordatorio de que los niños son los más afectados por los fenómenos meteorológicos severos relacionados con el clima. Necesitamos tomar en serio la acción climática e invertir en medidas para fortalecer la resiliencia de las comunidades vulnerables», ha agregado.
Los equipos de emergencia de UNICEF se desplegaron en Beira antes del paso del ciclón Eloise y actualmente están ayudando a evaluar los daños para garantizar una operación de socorro «rápida y eficaz».
Como respuesta inmediata, UNICEF podrá distribuir artículos básicos para el hogar y de higiene, productos de purificación de agua, láminas de lona impermeable y medicamentos esenciales previamente preposicionados para hasta 20.000 personas. UNICEF también trabajará con las comunidades locales y el Gobierno de Mozambique para «evaluar las necesidades, priorizar el apoyo a los más vulnerables y garantizar la protección de los niños», ha trasladado el organismo.
Mozambique sufre repetidamente ciclones severos, sequías e inundaciones. Esta es la segunda tormenta grave que azota el país en menos de un mes, nación que también se enfrenta a un conflicto en las regiones del norte y del centro que ha desplazado a más de medio millón de personas. Estas situaciones que se repiten con frecuencia dejan pocas oportunidades para que las familias se recuperen, especialmente aquellos que viven por debajo del umbral de la pobreza.
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