En la noche de este jueves la policía de Cuba desalojó por la fuerza a los 14 jóvenes que realizaban desde hace una semana una huelga de hambre y un plantón para exigirle al gobierno la liberación de uno de sus miembros, según confirmaron a BBC Mundo testigos en el lugar y miembros del Movimiento San Isidro.
Por BBC
Durante la operación policial, los servicios de redes sociales, el principal canal de comunicación que utiliza el grupo, fueron suspendidos de forma temporal en la isla.
Horas más tardes, la página en Facebook del portal estatal Las Razones de Cuba, indicó que se trató de una acción de «las autoridades sanitarias cubanas» con el objetivo de «certificar la violación del protocolo de salud para los viajeros internacionales» por la pandemia de covid-19.
Desde hace una semana, varios miembros del grupo mantenían la huelga de hambre (inicialmente algunos la hacían también de sed) en un apartamento a medio derrumbar en la parte antigua de La Habana.
Es desde 2018 la sede del Movimiento San Isidro (MSI), que agrupa a jóvenes artistas, periodistas independientes y académicos que se organizaron para oponerse a lo que consideran medidas represivas del gobierno de la isla.
Han apostado por una estética irreverente y contestataria: generar controversia al mezclar arte y activismo político.
Y en un país con un solo partido político y donde las muestras de disidencia son frecuentemente reprimidas, se han vuelto, según denuncian, objetivo frecuente de la autoridades.
El grupo, que ha realizado controvertidas performances y lo que consideran actos de desobediencia civil (incluido uno en el que Maykel Castillo, uno de sus miembros, se cosió la boca al ser citado a interrogatorio a una unidad de policía) decidió iniciar esta nueva protesta luego de que otro integrante del MSI, el rapero Denis Solís, fuera arrestado y sentenciado por «desacato».
En días pasados, BBC Mundo contactó con el Centro de Prensa Internacional de Cuba (CPI) para conocer la versión de las autoridades cubanas sobre la huelga.
En la respuesta, el CPI indicó que no existe una reacción oficial «al menos no de momento» sobre la «provocación que se intenta montar con el tema» y remitió enlaces con artículos publicados el martes en el portal Cubadebate y el miércoles por el diario estatal Granma.
En la nota de Cubadebate, el medio oficialista reconocía la existencia de «una huelga de hambre» en «una casa ubicada en La Habana Vieja».
En el texto, calificó a los huelguistas de «personas en condiciones socioeconómicas desfavorables» que «no trabajan o poseen antecedentes delictivos» y que «reclaman la liberación de Denis Solís, quien está asociado a grupos terroristas en los Estados Unidos».
En tanto, Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, aseguró que se trataba de «un nuevo show, instrumentado desde Washington y Miami» y que «forma parte de los planes de subversión contra Cuba».
¿Cómo fue el desalojo?
No están claras de momento las circunstancias del desalojo.
En la noche del jueves, luego de denunciar que los servicios de Facebook se habían caído, el grupo pidió a sus seguidores estar en alerta ante la aglomeración de unos 60 agentes en las cercanías de la sede del MSI.
Según contaron, inicialmente, dos ambulancias fueron a buscar a una de las personas que se encontraba en el sitio y que había llegado recientemente del extranjero.
Según le dijeron, debía abandonar la sede y repetirse una prueba de coronavirus porque un examen inicial dio «alterado».
Al solicitar una identificación, los miembros del MSI aseguran que mostró un carnet con las siglas del Departamento Técnico de Investigaciones (la policía política).
Luego de que sus teléfonos quedaran incomunicados, otros miembros del grupo confirmaron a BBC Mundo que los habían sacado a la fuerza.
En el video que publicó Las Razones de Cuba se aprecian varios autos de policía y numerosas personas vestidas con uniforme militar, mientras otro grupo grita «Fidel» o «Viva Fidel».
En la grabación, una de los miembros del MSI denuncia que le quitaron sus teléfonos y que los médicos no toman ese tipo de medidas.
Tras ser llevados a una estación de policía los jóvenes fueron liberados, según confirmaron varios de ellos a BBC Mundo.
¿Qué dijo el gobierno cubano?
El gobierno de Cuba no se pronunció en un principio sobre el desalojo o el paradero de los jóvenes.
Sin embargo, el portal estatal Las Razones de Cuba indicó que la operación respondió a que uno de los periodistas que se sumó a la protesta, Carlos Manuel Álvarez, quien regresó recientemente de viaje, «violó» los protocolos de seguridad del país para evitar la propagación del coronavirus.
«Ante su negativa de cumplir con lo estipulado en las medidas decretadas por Cuba para evitar la transmisión de la covid-19 y que se aplican a las personas que provienen del extranjero, se radicó una denuncia en la Estación de la PNR (policía) de la localidad, por el delito de Propagación de Epidemias, lo que obligó a una actuación inmediata para la extracción de las personas que se encontraban en el lugar», indica la nota.
«Esta acción transcurrió con total apego a la legalidad y sin que se transgredieran los derechos ciudadanos de ninguno de los involucrados, y responde al necesario interés de proteger a la población cubana de la trasmisión de la pandemia, así como salvaguardar la vida de aquellos que resultaron ser contactos directos de Álvarez Rodríguez», agrega.
Anteriormente, la prensa estatal había publicado varios artículos en los que asociaba a Solís y al MSI con «terroristas» de EE.UU. y mencionaba tres nombres de los que entregó pocos detalles.
«Willy González, Kiki Naranjo y Jorgue (sic) Luis Fernández Figueras han estado dando indicaciones al Movimiento San Isidro desde los Estados Unidos. Los tres se encuentran circulados y pendientes a juicio ante los tribunales de Cuba por delitos anteriormente cometidos en la isla», indicaba la nota de Cubadebate.
Según ese medio, «la idea que ellos (los huelguistas) tienen es entretener a sus contratistas generando dinámicas sociales de desobediencia civil e ingobernabilidad, como reflejan los manuales de la CIA en la llamada ´lucha no violenta´».
«Estas actividades realizadas por sujetos que desesperadamente intentan mostrar una imagen pacifista, es el preámbulo de aquellas imágenes que vivimos durante las llamadas guarimbas en Venezuela, donde jóvenes delincuentes, fueron financiados para realizar acciones vandálicas, incendiarias, incluso llegaron a linchar a revolucionarios de ese país que fueron quemados vivos en plena calle con el fin de amedrentar a la población y generar un caos total», dijo el artículo.
Miembros del MSI consultados por BBC Mundo aseguraron no tener idea de quiénes son las personas en EE.UU. a las que los asocia el medio oficialista y que escucharon por primera vez sus nombres en la nota de Cubadebate.
Rechazaron, además, como «delirantes» las acusaciones de terrorismo o de seguir manuales de la CIA o de incluso conocer qué son las «guarimbas» que menciona la nota.
¿Cuál fue el origen de la huelga?
A inicios de noviembre, el rapero cubano Denis Solís, miembro del MSI, trasmitió en vivo a través de Facebook el momento en el que expulsaba de su casa en La Habana a un policía que había ido a revisar su vivienda, aparentemente sin autorización.
Solís, que asegura ser un fiel seguidor de Donald Trump, a quien llama «mi presidente», le dice al policía que no tiene derecho de entrar a su casa, lo ofende y se queja de supuestos abusos de las autoridades cubanas.
El 9 de noviembre, fue arrestado y dos días después, un tribunal habanero lo sentenció a ocho meses de cárcel.
«En dos días le hicieron un juicio y le metieron ocho meses (de prisión). No es la primera vez que esto pasa. A mí también me metieron preso. A Luis (Manuel Otero, creador del MSI) también», insistía el rapero Castillo en conversación con BBC Mundo.
«Nos acosan todo el tiempo a nosotros y a nuestras familias… y tenemos que hacer algo para que esto acabe. Alguien tiene que dar la cara y sacrificarse, aunque sea con su vida, para que estos abusos no sigan pasando cuando el delito es pensar diferente», añadió.
Como acto de protesta, Otero, Castillo y otro grupo de personas, entre ellas varias mujeres, se declararon en huelga de hambre.
Algunos se sumaron, cambiaron la modalidad de la huelga (dos la hacían de sed también) o la abandonaron a lo largo de los días, mientras otra decena de activistas y miembros del grupo se plantaron en la sede del MSI.
Desde la pasada semana, artistas e intelectuales cubanos han firmado varias solicitudes para la liberación de Solís o en apoyo a los huelguistas y también se han reportado manifestaciones en solidaridad en varias ciudades de Europa y en Miami.
El caso ha generado repercusión en diferentes medios internacionales, incluido el estadounidense The Washington Post, el alemán DW o el español El País, que advirtieron que la protesta podría terminar en una «tragedia».
Mientras, el Parlamento Europeo y organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch pidieron a las autoridades de Cuba la liberación de Solís y el martes, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, tuiteó también en apoyo al Movimiento San Isidro.
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