Desde finales de 2020, los países del cinturón andino militarizaron sus fronteras para evitar el ingreso de miles de venezolanos que huyen de la crisis chavista.
Perú fue el primero en desplegar las fuerzas armadas a lo largo de la ribera izquierda del río Zurumilla.
Ese curso de agua marca la frontera con Ecuador. Allí, unos 1.200 efectivos del ejército enfrentan la llegada de venezolanos.
La travesía a Latinoamérica
Pero los caminantes no dejan de salir de Venezuela. Pasos ilegales, o trochas, abundan entre todos los países de la región. Y son pasos obligados en la larga travesía de los refugiados.
La ruta de la mayoría es así: se sale por Colombia y de allí continúa hacia Ecuador o Perú. El tiempo total del recorrido puede ser hasta de 2 meses y medio en la mayoría de los casos.
Caminando hasta Argentina, Chile, Costa Rica, Uruguay y Paraguay, los venezolanos pueden tardar entre 5 y 7 meses y medio.
La migración venezolana comenzó hace al menos 6 años. La mayoría de los primeros que salieron eran personas con grado de instrucción universitario o carreras tecnológicas.
A pesar del grado de instrucción de la diáspora los obstáculos que tienen los migrantes venezolanos son muchos, pues entre los que se fueron también salieron grupos delincuenciales que no son la mayoría, pero han causado estragos donde han llegado.
Tres grupos de migrantes
En un trabajo del diario colombiano El Espectador, los migrantes venezolanos fueron divididos en tres grupos.
En el primero de los grupos están los que migran a países inmediatamente vecinos como Brasil, Colombia, Guyana y Trinidad y Tobago generalmente, tienen un nivel educativo básico y su edad oscila entre los 16 a los 60 años.
El segundo grupo está integrado por los que migran a países cercanos pero que no son adyacentes como Ecuador y Perú son más jóvenes y un tercio de ellos tienen una carrera tecnológica o incluso de educación superior.
En el tercer grupo están los venezolanos que migran a países como Argentina, Chile, Costa Rica, Paraguay y Uruguay. Son personas de más edad y tienen logros educativos importantes, más de la mitad tiene un grado o un máster.
Los obstáculos que tienen los migrantes venezolanos vienen acompañados también de algunos desafíos que ponen el camino más intrincado de lo normal.
Falta de dinero, escasez de alimentos, falta de lugares para dormir, inseguridad, falta de transporte, problemas con los documentos de viaje y la falta de información sobre salud, son algunos de los desafíos más importantes que afronta la diáspora venezolana.
La militarización de las fronteras
A parte de la militarización de las fronteras entre Perú y Ecuador, Colombia también puso en marcha la Operación Muralla, a propósito del Plan Frontera Segura y regulada.
La intención es que el plan conjunto entre el ejército y la policía sellen decenas de pasos fronterizos ilegales. El 8 de febrero se anunció el Estatuto de Protección Temporal para migrantes venezolanos.
En Chile, el 12 de enero, el presidente Sebastián Piñera firmó un decreto para que las Fuerzas Armadas contribuyeran en el control de la migración. Interviene en los pasos «no habilitados» en las fronteras norte con Perú y Bolivia. El objetivo del despliegue es controlar la «migración ilegal».
138 migrantes fueron deportados: 80 venezolanos y otros de Colombia, Perú y Bolivia, hecho rechazado por la comunidad internacional y que devela la dicotomía del discurso político de Piñera referente a las políticas migratorias.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.