El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, y el ministro de relaciones exteriores, Hosein Amir Abdollahian, murieron tras un accidente que sufrió el helicóptero en el que viajaban desde Azerbaiyán.
«El presidente de pueblo iraní, trabajador e infatigable (…), ha sacrificado su vida por la nación», dijo el régimen iraní, añadiendo que, «con la ayuda de Dios y el respaldo del pueblo, no habrá la mínima perturbación en la administración del país».
Unas 15 horas después de la desaparición del aparato en una zona boscosa del noroeste del país, los equipos de rescate encontraron los restos del helicóptero en el flanco de una montaña contra la que se estrelló, según una imagen publicada por los medios locales.
Tras esto, se han generado diversas opiniones de líderes de todo el mundo.
Uno de ellos fue el exvicepresidente estadounidense Mike Pence, que fungió como segundo del Gobierno durante la administración de Donald Trump de 2017 a 2021.
Pence, que terminó su paso por la Vicepresidencia con una ruptura con el expresidente Donald Trump, arremetió contra Raisi y lo acusó de ordenar masacres en su país y en toda la región.
«El presidente iraní, Ebrahim Raisi, está muerto y el mundo es un lugar más seguro», comienza el mensaje de Pence en redes sociales.
«Raisi fue responsable del asesinato de miles de prisioneros políticos iraníes a los que ordenó ejecutar en 1988, de 1.500 iraníes masacrados en las protestas de 2019 y de los años de violencia terrorista sembrada por Irán en toda la región que se cobró vidas estadounidenses», agregó Pence.
El exfuncionario terminó su mensaje deseando al pueblo iraní la «libertad».
«Mi esperanza y oración es que la muerte de Raisi le dé al pueblo de Irán la oportunidad de reclamar su derecho innato a la libertad y poner fin al largo reinado de terror de Irán», aseveró.
Raisi, un ayatolá de 63 años, era considerado un ultraconservador, así como también era definido como un firme defensor de la ley y el orden.
Nació en noviembre de 1960 en la ciudad santa de Mashad, en el noreste. Ebrahim fue nombrado fiscal general de Karaj, cerca de Teherán, con tan solo 20 años, tras la victoria de la Revolución Islámica de 1979.
También formó parte del engranaje judicial durante más de tres décadas: fiscal general de Teherán de 1989 a 1994, jefe adjunto de la Autoridad Judicial de 2004 a 2014, año en el que fue designado fiscal general del país.
En 2016, el guía supremo Ali Jamenei lo puso al frente de la poderosa fundación benéfica Astan Quds Razavi, que gestiona el santuario del Imán Reza en Mashad además de un enorme patrimonio industrial e inmobiliario.
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