El pasado 20 de enero, día en el que tuvo lugar el traspaso de mando y la asunción presidencial de Joe Biden en Estados Unidos, Mike Pence tuvo un lugar de mayor preponderancia de lo que se esperaba. Si bien dejaba ese día el segundo puesto más importante en la política del país norteamericano, el hecho de que el entonces presidente Donald Trump no quisiera estar presente en la ceremonia lo convirtió en la cara visible de la administración saliente y el encargado de garantizar una transición lo más pacífica posible.
Ese día fue la culminación de dos semanas en los que Pence estuvo en el centro del frenesí político que tenía lugar en Estados Unidos. Durante los días anteriores había recibido presiones para remover al presidente valiéndose de la 25° enmienda tras su rol en el asalto al Capitolio del 6 de enero. No lo hizo, pero tampoco salió a defender a Trump, cuyas presiones para invalidar la certificación de la elección presidencial rechazó poco antes de que seguidores del mandatario intentaran tomar la sede del Poder Legislativo. De alguna manera, Pence logró distanciarse de su compañero político en las últimas semanas de la presidencia.
Y en un momento donde el partido republicano define la que será su identidad a futuro, el ex vicepresidente ya anunció sus próximos pasos.
Pence es desde hoy la nueva incorporación de la Fundación Heritage, el mayor think tank (centro de pensamiento) conservador de los Estados Unidos. En concreto, se convirtió en asesor en la institución, que cuenta con un enorme poder a la hora de redactar nuevas leyes. También dará conferencias en nombre de la fundación y tendrá una columna semanal en la publicación del Heritage, el Daily Signal.
“La fundación Heritage es una insignia del movimiento conservador y estoy muy honrado de unirme a ellos en calidad de asesor para apoyar políticas conservadoras que ayudarán a todos los estadounidenses. Estoy ansioso por poner manos a la obra y trabajar con el equipo estelar de Heritage en temas como tener una fuerte defensa nacional, mercados libres y valores tradicionales”, declaró Pence al respecto en un comunicado.
Pence dejará Washington para reinstalarse en el estado que gobernó antes de saltar al plano nacional, Indiana. Desde allí lanzará un comité de recaudación de fondos que se destinarán a apoyar causas políticas -no a candidatos en particular- pese a que ya ha dicho que trabajará para lograr obtener bancas republicanas en el Senado y la Cámara de Representantes en las elecciones legislativas de 2022.
También utlizará este tiempo para conectarse con el electorado de manera directa. En los próximos meses lanzará un podcast.
La fundación Young America -YAF por sus siglas en inglés-, que concentra a jóvenes conservadores producirá el programa en el que Pence despuntará una de sus pasiones: la radio (aunque en la versión más moderna del podcast). Hace 22 años el ahora ex vice-presidente tenía su propio programa radial.
Esta fundación fue creada en la década del 60 y se define como un grupo conservador seguidor de Ronald Reagan.
“El vice-presidente Pence ha sido un gran defensor de las libertades individuales, los valores tradicionales, los mercados libres, y un gobierno limitado a lo largo de su distinguida carrera en el servicios público. Al unirse al YAF, el vice-presidente Pence continuará atrayendo mentes y corazones jóvenes a la causa conservadora. Su entusiasmo por los valores de Ronald Reagan inspirará a una nueva generación”, aseguró en un comunicado el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, quien preside YAF.
No obstante, más allá de su actividad durante los próximos dos años, muchos esperan que lance una campaña a la presidencia en 2024, cuando los líderes republicanos probablemente deban determinar si Donald Trump continúa siendo o no la figura excluyente del partido.
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