A mediados de junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que buscará cambiarle el nombre a la viruela símica con el objetivo de evitar “la discriminación y la estigmatización”. Incluso, el titular del organismo internacional, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que se encuentran “trabajando con socios y expertos de todo el mundo” para concretarlo. De todos modos, pese a que aún no cuenta con una nueva denominación oficial, sus variantes sí. Según señalaron, se aplicarán los números romanos.
Como si se tratara de un paralelismo, al igual que pasó con el COVID cuyas variantes se basan en letras el alfabeto griego, ahora la OMS definió aplicar el romano para los linajes de la viruela del mono.
En un comunicado oficial, el organismo internacional anunció que “un grupo de expertos mundiales, convocados por la OMS, acordó nuevos nombres para las variantes del virus de la viruela del simio, como parte de los esfuerzos en curso para alinear los nombres de la enfermedad, el virus y las variantes de la viruela del simio, o clados, con las mejores prácticas actuales”. En ese sentido, destacaron que “los expertos acordaron nombrar los clados utilizando números romanos”.
Viruela del mono: por qué su nombre que genera polémica
Desde hace algunos días se suman noticias sobre ataques a monos como consecuencia del brote de viruela del mono, el cual fue declarado como Emergencia de Salud Pública de Preocupación Internacional (ESPII o PHEIC, por sus siglas en inglés) el pasado 23 de julio. Según informaron desde los CDC, actualmente hay casi 32 mil afectados en 89 países, 7 de los cuales reportan casos de forma periódica. “La gente tiene que saber que la transmisión que estamos viendo ahora es entre humanos”, afirmó en una conferencia de prensa la portavoz de la OMS, Margaret Harris.
De este modo, la funcionaria se lamentó por los hechos ocurridos en Brasil, donde una decena de monos habrían sido envenenados, y algunos heridos, en una reserva natural de Rio do Preto, en el estado de Sao Paulo, según señalaron medios locales. Los cuales, además, relacionaron este accionar con la reciente detección de afectados en esa región.
El virus de la viruela símica recibió su nombre tras su primer descubrimiento en 1958, sin embargo la primera detección en humanos fue en 1970, en la República Democrática del Congo, en un niño de nueve años, en una región en la que la viruela se había erradicado en 1968. “Desde entonces, la mayoría de los casos se han notificado en regiones rurales de bosques tropicales de la cuenca del Congo, sobre todo en la República Democrática del Congo, y se han notificado cada vez más casos humanos en toda África central y occidental”, explicaron desde la OMS.
Desde ese año, se han notificado casos de viruela símica en humanos 11 países africanos y se han detectado algunos brotes en naciones donde esta patología no es endémica. Sin embargo, el brote que se inició en mayo es el más extenso del que se tiene registro. “La viruela símica es una enfermedad importante para la salud pública mundial, ya que no solo afecta a los países de África occidental y central, sino también al resto del mundo”, afirmaron desde la OMS. Motivo por el cual definieron calificarla como una emergencia sanitaria internacional.
Pero a medida que esta patología se expande, los expertos detectaron la necesidad de revisar su nombre, el cual había sido elegido “antes de que se adoptaran las mejores prácticas actuales para nombrar enfermedades y virus”, explicaron desde la OMS. Al tiempo que resaltaron que también harán extensiva esta decisión a la enfermedad que provoca y las principales variantes fueron identificadas por las regiones geográficas donde se sabía que circulaban. De este modo, el organismo internacional brindó una respuesta a los más de 30 científicos que evidenciaron la “urgente necesidad de un nombre no discriminatorio y no estigmatizante”.
“La mejor práctica actual es que los virus recién identificados, las enfermedades relacionadas y las variantes de virus deben recibir nombres con el objetivo de evitar ofender a cualquier grupo cultural, social, nacional, regional, profesional o étnico, y minimizar cualquier impacto negativo en el comercio, viajes, turismo o bienestar animal”, señalaron desde la OMS como puntos esenciales para la nueva calificación.
Lo cierto es que, según argumentan desde el ente sanitario internacional, “la asignación de nuevos nombres a las enfermedades existentes es responsabilidad de la OMS en virtud de la Clasificación Internacional de Enfermedades y la Familia de Clasificaciones Internacionales Relacionadas con la Salud de la OMS (OMS-FIC)”, es por este motivo que definieron realizar una consulta abierta.
Viruela del Mono: a la espera de un nuevo nombre, las variante ya ostentan uno
Mientras el brote continúa extendiéndose y el nuevo nombre aún no fue elegido, los expertos de la OMS definieron calificar a las variantes ya detectadas de la viruela del mono. “La denominación de las especies de virus es responsabilidad del Comité Internacional de Taxonomía de Virus (ICTV), que tiene un proceso en curso para el nombre del virus de la viruela del simio”, anunciaron.
“La denominación de las variantes de los patógenos existentes suele ser el resultado de un debate entre los científicos. Para acelerar el acuerdo en el contexto del brote actual, la OMS convocó una reunión ad hoc el 8 de agosto para permitir que los virólogos y expertos en salud pública lleguen a un consenso sobre la nueva terminología”, señalaron en un comunicado.
Asimismo, destacaron que fueron expertos en virología de la viruela, biología evolutiva y representantes de institutos de investigación de todo el mundo quienes “revisaron la filogenia y la nomenclatura de variantes o clados nuevos y conocidos del virus de la viruela del simio”, al tiempo que debatieron sobre “las características y la evolución de las variantes del virus de la viruela símica, sus aparentes diferencias filogenéticas y clínicas, y las posibles consecuencias para la salud pública y la futura investigación virológica y evolutiva”.
“El grupo llegó a un consenso sobre la nueva nomenclatura para los clados de virus que está en línea con las mejores prácticas”, informaron desde la OMS y señalaron que “para referirse ahora al antiguo clado de la Cuenca del Congo (África Central) como Clado uno (I) y al antiguo clado de África Occidental como Clado dos (II)”. Pero eso no es todo, ya que acordaron que “el Clado II consta de dos subclados”. “La estructura de denominación adecuada estará representada por un número romano para el clado y un carácter alfanumérico en minúsculas para los subclados”.
De este modo, según explicaron, “la nueva convención de nomenclatura comprende Clado I, Clado IIa y Clado IIb, y este último se refiere principalmente al grupo de variantes que circulan en gran medida en el brote global de 2022. La denominación de los linajes será la propuesta por los científicos a medida que evolucione el brote. Se volverá a convocar a los expertos según sea necesario”.
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