Una semana después de la investidura de Donald Trump como el presidente numero 47 de Estados Unidos, su esposa, Melania Trump, se convierte este lunes 27 de enero en protagonista. Tras una semana cargada de firmas de decretos, deportaciones y aranceles, la primera dama se ha puesto en primer plano para lanzar su retrato oficial.
Sobre las cuatro de la tarde en Washington (la una de la madrugada en la España peninsular), la oficina de la primera dama ha publicado la fotografía de Trump. La eslovena aparece en blanco y negro, de pie y apoyada sobre una mesa transparente. Vestida con un traje negro de chaqueta y pantalón y con una camisa negra, posa con una ventana a sus espaldas, desde la que se divisa el Obelisco de la capital de Estados Unidos.
La Casa Blanca ha acompañado la imagen de un escueto comunicado, en el que se lee que el retrato fue tomado en el despacho oval amarillo el pasado martes 21 de enero, el día posterior a la toma de posesión del presidente. Ese despacho, situado justo encima de célebre Despacho Oval donde departe el presidente, forma ya parte de las habitaciones privadas de la familia presidencial. Al ser retratada en él, Melania Trump busca un guiño profesional, de mujer trabajadora: está en los aposentos privados, pero justo sobre el lugar más importante y conocido de la Casa Blanca como oficina presidencial. Además, el hecho de vestirse con un traje oscuro, así como de apoyarse sobre una mesa de trabajo, persiguen el mismo objetivo.
La fotógrafa escogida no es ninguna recién llegada al universo de los Trump. Se trata de Régine Mahaux, retratista habitual de Melania Trump. Belga asentada en Francia, ya ha retratado a la exmodelo y primera dama en etapas anteriores, como cuando se ha convertido en la protagonista de las portadas de revistas como Elle o Paris Match. Según su portfolio en internet, Mahaux ha retratado a “Robert de Niro, Lewis Hamilton, Karolina Kurkova, Roger Federer, Hilary Swank, los príncipes de Mónaco, Rita Ora, Jean-Claude Van Damme y la familia Trump”. Sus trabajos se ha podido ver en revistas como Marie Claire, Time, People o Vanity Fair. La propia Mahaux destaca en su página web que sus obras cuelgan en el Museo Smithsonian, y así es, porque ella misma realizó el retrato de Melania Trump de 2017 que se puede ver en el museo de la capital estadounidense.
Aquel primer retrato mostraba a una Melania Trump en color, de brazos cruzados, algo menos seria gracias a una ligera sonrisa, en un plano medio y con los brazos cruzados. También llevaba el pelo suelto y vestía de negro, pero con un abrigo, y mostraba un gran anillo de diamantes —el de pedida, de talla esmeralda y valorado en un par de millones de dólares— y también el de casada, con otros 15 diamantes. En este, en cambio, no se aprecian joyas, y queda retratada más lejos, más seria y con la ciudad a sus pies.
Pese a esa imagen de mujer trabajadora, apenas se sabe nada de las funciones que tendrá Melania Trump durante los próximos cuatro años. Las primeras damas no tienen un papel oficial, pero suelen abanderar causas que tienen una gran visibilidad y a las que dedican tiempo y esfuerzos. En la anterior legislatura de su marido, Trump decidió fiscalizar sus esfuerzos en la lucha contra el acoso infantil y juvenil en redes a través de una iniciativa llamada BeBest. En la única entrevista que ha concedido antes de llegar a la Casa Blanca, a mediados de enero, explicó poco de sus tareas y su misión, pero afirmó que tenía intención de seguir trabajando en ese ámbito.
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