El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, presentó este lunes un proyecto en el cual propone que la ayuda financiera a Rio Grande do Sul, estado afectado por unas gravísimas inundaciones, sea excluida del cálculo de la situación fiscal del Gobierno.
EFE
«Vamos a hacer todo lo posible para contribuir a la recuperación de Rio Grande do Sul», declaró Lula junto a los presidentes del Senado, Rodrigo Pacheco, y la Cámara de Diputados, Arthur Lira, en referencia al desastre causado por las lluvias que, hasta ahora, han dejado al menos 84 muertos y 111 desaparecidos.
El proyecto, que debe ser debatido por las cámaras legislativas, propone declarar hasta fin de año el «estado de calamidad» en esa región fronteriza con Argentina y Uruguay y que la ayuda financiera oficial no sea contemplada en el cálculo del déficit fiscal, que el Gobierno pretende reducir a cero este año.
Las lluvias, que comenzaron a menguar este lunes tras una semana sin tregua, han afectado unas 840.000 personas de 345 municipios, que sufren con la falta de alimentos, medicinas y servicios básicos como luz y agua potable.
Según Defensa Civil, entre los perjudicados, cerca de 122.000 personas han sido obligadas a abandonar sus casas y trasladarse a recintos de familiares y amigos, mientras otras 20.000 están alojadas en albergues improvisados por las autoridades.
Los temporales también han destruido numerosas infraestructuras, como puentes y carreteras, cuya reconstrucción demandará «miles de millones», de acuerdo a cálculos preliminares de algunos miembros del Gobierno.
Sin embargo, aún se desconoce el gasto que demandará el proceso de reconstrucción, sobre todo porque en muchas ciudades aún persiste la emergencia y las autoridades no han podido evaluar totalmente los daños.
Una de las ciudades que está parcialmente inundada es Porto Alegre, capital de Río Grande do Sul, en la que hasta el aeropuerto ha quedado bajo las aguas y está cerrado desde el pasado viernes.
La empresa Fraport Brasil, que gestiona el aeropuerto, informó que las operaciones seguirán interrumpidas «por tiempo indeterminado» y emitió este lunes un aviso en el que señala que esa paralización puede prolongarse hasta el próximo 30 de mayo.
Las autoridades de Porto Alegre explicaron que, por el momento, los aviones que trasladan ayuda humanitaria hacia la capital podrán utilizar el aeropuerto del municipio vecino de Canoas, aunque este tampoco recibirá vuelos comerciales mientras dure la emergencia.
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