Gobierno canadiense no expulsará por ahora a diplomáticos rusos del país, como ya han hecho varios países occidentales (entre ellos, España) en represalia por las matanzas en el norte de Ucrania, aunque «lo están considerando», según ha afirmado este miércoles el primer ministro Justin Trudeau.
«Sabemos que hay diplomáticos rusos en Canadá que no están siendo de ayuda», ha reconocido Trudeau. «Están propagando desinformación y propaganda a favor de Putin en estos tiempos de conflicto. Tenemos que sopesar lo negativo de esto, con lo positivo que es tener extraordinarios canadienses en Moscú, que nos dan información acerca de lo que hacen y piensan los rusos, conectando con la sociedad civil». El primer ministro ha recordado que una expulsión de empleados de la legación rusa implica «siempre» una respuesta recíproca por parte de Moscú.
«Ya redujimos nuestras legaciones después de la invasión de Crimea, y de los envenenamientos de Salisbury (en referencia al envenenamiento de Sergei Skripal y su hija Yulia con el agente nervioso Novichok, en 2018)», ha recordado Trudeau. «Tenemos que tener mucho cuidado, precisamente en un tiempo de guerra, no queremos no tener recursos en Moscú. Sabemos lo horrible que son las cosas que está haciendo Rusia, de lo que no estamos seguros es de que el gesto simbólico de expulsar diplomáticos valga la pena». EL PAÍS
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