La vacunación contra la covid-19 en Bolivia a los mayores de 18 años se desarrolló este jueves en medio de selfis, coordinación entre grupos de amigos y la ilusión de hacer planes de «normalidad» entre los jóvenes que buscan vencer la pandemia.
Gabriel Romano / EFE
«Creo que está súper», fue la respuesta de Karen Sirpa de 19 años en La Paz al ser consultada por Efe sobre la disposición del Gobierno este miércoles por la noche de ampliar el rango de edad de la vacunación a mayores de 18 años ante el riesgo de una cuarta ola de contagios.
El espíritu en las filas de algunos centros de sanidad como la Facultad de Medicina en La Paz o la Universidad Gabriel René Moreno en Santa Cruz fue distinto, ya que para muchos la vacunación fue un acontecimiento digno de publicarse en Instagram o difundirlo por WhatsApp con fotos del pinchazo o del certificado de inmunización.
Aneliesse, de 22 años y de Santa Cruz, la ciudad más poblada del país y una de las más afectadas por el virus, dijo a Efe que la razón principal por la que acudió a vacunarse en el primer día es porque en la carrera que estudia, medicina, es primordial asistir a las prácticas presenciales con la debida seguridad.
En cambio Santiago Becerra, de 20 años, mencionó que se considera «un voluntario» para la vacunación, algo que en su familia es como una consigna para poder estar bien, puesto que sus padres ya recibieron sus dosis en Santa Cruz.
Ariel Echeverría tomó la noticia con optimismo en La Paz y se animó a hacer una fila extensa bajo el calor del sol, ya que para él, que dice tener alguna enfermedad base, es prioritario vacunarse, ya que en su familia dependen de él.
Para Ángela, de 29 años, todavía es necesario «tratar de incentivar a los mayores para que se vacunen» pues considera que es prioritario recuperar algo de la vieja normalidad previa a la pandemia.
BOLIVIA PISA EL ACELERADOR
El Gobierno se ha fijado la tarea de inmunizar a un 96 % de alrededor de 7,5 millones de bolivianos mayores de 18 años que están en la edad vacunable, dijo este jueves el viceministro de Comercio Exterior de Bolivia, Benjamín Blanco, en una comparecencia ante los medios en La Paz.
En la víspera, el presidente Luis Arce anunció que Bolivia adquirirá seis millones de vacunas chinas Sinopharm que comenzarán a llegar desde este mes en intervalos de un millón cada diez días ante una posible cuarta ola de contagios.
Estas se suman a las 4 millones de dosis que Bolivia ya adquirió por distintas vías como el mecanismo Covax de las Naciones Unidas con AstraZeneca y Pfizer, y por cuenta separada en el caso de Sputnik V y Sinopharm.
Bolivia hizo este nuevo anuncio a pesar de que inicialmente, en diciembre del año pasado y principios de enero, firmó contratos para la provisión de 5,2 millones de vacunas Sputnik V y otros 5 millones de AstraZeneca, respectivamente, que no se efectuó por la demanda internacional de inmunizaciones.
Arce, que inicialmente dijo que la vacunación en Bolivia iba a concluir en octubre, no dio detalles sobre cuándo se podría completar el proceso de vacunación iniciado a fines de enero pasado en el que se aplicaron 1.885.313 primeras dosis y 705.522 de la segunda.
CRÍTICAS DEL SECTOR MÉDICO
Para el presidente del Colegio Médico de Bolivia, Luis Larrea, la ampliación de la vacunación a mayores de 18 años anunciada por el Gobierno «no significa nada» en tanto que no exista un «plan estratégico de vacunación».
Larrea mencionó en una rueda de prensa en La Paz que, si bien se ha aumentado el «universo vacunable», esto no ha sucedido con el «universo de vacunas» y que para vacunar a los más de 7 millones de personas se necesitan alrededor de 14 millones de dosis.
El presidente del ente colegiado subrayó que lo prioritario debiera ser «no dispersar la vacunación» y aplicar las inmunizaciones «donde hay mayor concentración de gente» para que esta tarea sea efectiva.
Algunos especialistas han mencionado que Bolivia está en la «desescalada» de la tercera ola que comenzó en mayo, pero a juicio del Colegio Médico está el riesgo de que se pase «directamente a la cuarta» si es que no hay una planificación y si se presentan variantes de coronavirus más contagiosas.
Justamente por ello, varios profesionales relacionados con la medicina preventiva han mencionado de que aún deben mantenerse las medidas de bioseguridad a fin de evitar un nuevo brote.
Desde comienzos de la pandemia en enero del año pasado, Bolivia acumula 16.767 decesos y 439.624 contagios confirmados de los que 61.931 se mantienen activos.
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