Un estudio realizados en 40.000 personas de entre 60 y 79 años, residentes en la provincia de Buenos Aires, determinó que la vacuna contra el COVID-19 Sputnik Light, de una sola dosis, tuvo una alta eficacia contra la infecciones por SARS-CoV-2 y su evolución a formas más graves de la enfermedad.
La llamada Sputnik Light es el primero de los componentes que la vacuna Sputnik V que ya se aplica en Argentina desde diciembre de 2020.
El Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF) anunció hoy que el estudio sobre la eficacia de ese inoculante fue publicado ayer en la revista internacional revisada por pares EClinical Medicine, perteneciente a la revista médica The Lancet. El REDIF fue fundado en 2011 para invertir en el capital social de empresas ubicadas principalmente en territorio ruso, junto con inversores estratégicos y financieros del extranjero. La vacuna Sputnik V, elaborada por el instituto científico Gamaleya de Rusia fue la primera contra el COVID-19 en ser registrada en el mundo.
Los investigadores argentinos señalaron en su publicación en la revista científica que “una primera dosis de varias vacunas (de distintos laboratorios) proporciona una protección aceptable contra las infecciones por SARS-CoV-2 y la evolución a las formas más graves de COVID-19. La vacuna basada en adenovirus recombinante (rAd), Gam-COVID-Vac (Sputnik V), demostró ser eficaz, pero falta información sobre la eficacia en el entorno del mundo real. El objetivo de nuestro estudio fue investigar la asociación entre el lanzamiento del primer componente (rAd26) de Gam-COVID-Vac y las pruebas de PCR positivas, las hospitalizaciones y las muertes, explicaron los investigadores en la publicación.
Sputnik Light, según el estudio, ha demostrado tener una eficacia contra el coronavirus del 78,6 al 83,7% entre las personas mayores de 60 a 79 años que pertenecen a un grupo de riesgo, “un porcentaje significativamente mayor en comparación con muchas vacunas de dos componentes”, expresó el RDIF en un comunicado emitido hoy. Sputnik Light ha demostrado una eficacia significativamente mayor contra el coronavirus en personas mayores en comparación con muchas vacunas de dos componentes, según el grupo de inversión ruso.
De acuerdo con el estudio de los científicos argentinos, Sputnik Light ha demostrado unos niveles de eficacia del 82,1 al 87,6% frente a la hospitalización. Los cálculos se basan en datos obtenidos por el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, procedentes de más de 40 mil personas.
Los autores del estudio pertenecen al Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de La Plata, el Departamento de Inmunología del Hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata y el Instituto de Ciencias de la Computación de la Universidad de Buenos Aires. Los 15 especialistas son Soledad González, Santiago Olshevsky, Martín Salazar, Ana Calabria, Lorena Regairaz, Lupe Marín, Patricia Campos, Teresa Varela, Verónica González Martínez, Leticia Seriani, Enio García, Nicolás Kreplak, Marina Pifano, Elisa Estenssoro y Franco Marsico.
El estudio realizado, según lo publicado en The Lancet, es de “cohorte retrospectivo en el que se analizaron individuos de 60 a 79 años que se autoinscribieron en el sistema de vacunación en línea de la Provincia de Buenos Aires” desde el 29 de diciembre de 2020 al 21 de marzo de 2021.
“Se compararon las proporciones de nuevas infecciones, hospitalizaciones y muertes por SARS-CoV-2 confirmadas en laboratorio hasta los 83 días de vacunación entre sujetos vacunados y no vacunados. La efectividad de la vacuna para los tres resultados se calculó como (1 – OR) × 100″, puntualizaron los investigadores.
En ese período, 415.995 personas recibieron el primer componente de “Gam-COVID-Vac (Sputnik V); 40.387 pertenecían al grupo de edad de 60 a 79 años y se compararon con 38.978 no vacunados. La efectividad de la vacuna para prevenir infecciones confirmadas por laboratorio fue 78,6%”, en tanto que “la reducción de hospitalizaciones y muertes fue, respectivamente, 87,6% y 84,8%. La eficacia fue alta en todos los subgrupos”, afirmaron.
Esta efectividad quedó manifestada “entre 21 y 83 días después de la vacunación en una población de 60 a 79 años; estos datos son consistentes con conocimientos previos sobre el tema”, dijeron. “De manera similar a otras vacunas, la administración de una dosis de Gam-COVID-Vac fue eficaz para una amplia gama de resultados relacionados con COVID-19″.
El RDIF recordó que los estudios de laboratorio realizados por el instituto Gamaleya determinaron que la “Sputnik Light es eficaz frente a las nuevas cepas de coronavirus”.
En tanto, el análisis llevado a cabo en Argentina, que fue realizado a comienzos de año, no permitió demostrar la eficacia con las nuevas variantes como Delta, de alta contagiosidad, pero que aún no es de circulación predominante en el país.
“Es posible que nuestros resultados no sean aplicables a nuevas variantes, como la variante Delta; esto destaca la necesidad de monitorear continuamente la efectividad de las vacunas actuales”, expresaron los investigadores en el estudio.
El grupo científico argentino recomendó completar los esquemas de vacunación, al mencionar que “los datos proporcionados por un estudio de fase III mostraron una eficacia del 91,6% para la prevención de la infección sintomática en un esquema de 2 dosis, y del 87,4% a los 14 días después de la vacunación con una dosis. De 15 a 21 días después de la primera dosis, la eficacia frente a COVID-19 moderado / grave fue del 73, 6%. Sorprendentemente, en los participantes mayores de 60 años, la eficacia de la vacuna fue del 91,8%”.
“Si bien el programa de dos dosis sigue siendo la estrategia principal en Rusia, el uso de Sputnik Light ha sido aprobado para uso de emergencia. Hasta donde sabemos, este es el primer estudio que informa sobre la efectividad del Sputnik V en el mundo real; y la información proporcionada sobre su prevención del 78,6% de las infecciones por SARS-CoV-2 confirmadas por laboratorio, el 87,6% de las hospitalizaciones y el 84,8% de las muertes por COVID-19 con una dosis está en consonancia con los resultados de estudios de otras vacunas”, recordaron.
El RDIF señaló que la “Sputnik Light no requiere condiciones especiales de almacenamiento y logística” y que “ha sido desarrollada en base a la estudiada y probada plataforma de vectores adenovirales humanos, cuyas ventajas clave son la seguridad, la eficacia y la ausencia de efectos adversos a largo plazo, confirmadas en el transcurso de más de 250 estudios clínicos realizados en el mundo durante dos décadas. La historia del uso de adenovirus humano en el desarrollo de vacunas comenzó en el año 1953.
La Sputnik V es la primera de las vacunas contra el COVID-19 que se aplicó en Argentina. Hasta la semana pasada, entre las formulaciones de los distintos laboratorios, Argentina llegó a las 58.998.665 vacunas contra el SARS-CoV-2 recibidas desde el inicio de la campaña de vacunación con el primer lote de los inoculantes rusos en diciembre de 2020.
De ese total, según informaron a Infobae fuentes del Ministerio de Salud, 13.118.795 corresponden a Sputnik V (9.775.635 dosis del componente 1, y 3.343.160 del componente 2), 1.882.125 a Sputnik V producidas en Argentina por el Laboratorio Richmond (1.179.625 dosis del componente 1, y 702.500 del componente 2).
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