“Esta es una historia de advertencia para otros que estén dispuestos a hacer negocios con Venezuela”, dijo un consultor sobre el caso.
Irán en el ánimo de estrechar más su relación con Venezuela y afianzar su presencia en la región envió cargueros con gasolina, sorprendiendo a los observadores internacionales ante el desafío que representaba que ambas naciones violaran deliberadamente las sanciones de los Estados Unidos en un Mar Caribe patrullado por la marina norteamericana.
De las embarcaciones solo llegaron 5 sin ningún tipo de incidente, recibidos con bombos y platillos por el régimen de Nicolás Maduro, sin embargo uno no llegó.
Se trata del buque Victor 1, el cual estuvo en el Golfo de Omán durante más de 100 días antes de deshacerse de su carga en varios océanos de su destino previsto. La carga del Victor 1 quedó atrapada en una disputa de pagos que involucra bancos poco conocidos, acusaciones de robo de identidad corporativa y probablemente, la participación de un empresario colombiano acusado por Estados Unidos de ser el testaferro de Nicolás Maduro, según consta en decenas de correos que el fletador del barco envió y a los que Bloomberg tuvo acceso.
Esta situación pone al descubierto el alcance y las consecuencias de las sanciones emitidas por Estados unidos a PDVSA el año pasado. La mala administración de la estatal venezolana, dejó a uno de los complejos de refinación más importantes del mundo en ruinas, obligando al régimen de Nicolás Maduro a buscar combustible entre un grupo cada vez más pequeño de proveedores internacionales.
Sin embargo, la situación representa una oportunidad para empresas que quieran participar en intercambios, que aunque ilegales y les presente un riesgo ante Estados Unidos.
“Esta es una historia de advertencia para otros que estén dispuestos a hacer negocios con Venezuela”, dijo Diego Moya-Ocampos, consultor de riesgo político de IHS Markit en Londres. “Cada gota de gasolina es importante para el régimen de Maduro, por lo que cualquier pérdida tiene un gran impacto en la estabilidad social del país”.
Trabajando con el Imperium
La empresa Imperium SA DMCC fletó el Victor 1 los primeros días de abril para trasladar 295.000 barriles de combustible a Venezuela, según los correos a los que tuvo acceso Bloomberg.
En uno de los correos electrónicos relacionado con el financiamiento de la empresa, Imperium se describió a sí misma como una organización encargada de comercializar petróleo crudo venezolano hacia Malasia, Singapur, India y China.
Imperium dijo en el correo que su negocio es comprar petróleo venezolano de sus compañías afiliadas, Libre Abordo SA de CV y Schlager Business Group, ambas empresas relacionadas con Alex Saab, el comerciante colombiano que podría ser extraditado a Estados Unidos en los próximos días detenido en Cabo Verde.
En uno de los correos enviados con fecha del 2 de abril, Imperium informó a la Compañía Nacional de Distribución de Productos Petrolíferos de Irán, controlada por el estado de Irán, sobre la reparación de una embarcación para llevar una de sus cargas de gasolina. Este combustible estaba inicialmente cargado en Irán a mediados de marzo en el buque Venice 1, pero el 10 de abril fue trasladada al Victor 1 por transferencia de barco a barco en los Emiratos Árabes Unidos, según datos de seguimiento de barcos. El destino señalado en el manifiesto la carga iba a Trinidad y Tobago, sin embargo, el destino final fue el puerto de El Palito, empresa refinadora que pertenece a PDVSA, según los correos electrónicos al remitente.
El pago resultó otro problema
Al mes siguiente Ceto Shipping, la empresa remitente registrada en Liberia, e Imperium lucharon por acordar donde depositar los pagos. Ceto intentó a través de varios correos electrónicos la manera de recibir los pagos a través de diferentes cuentas que ofreció para que depositaran desde Omán a Qatar. Imperium por su parte solicitaba a Ceto cuentas para transferir el dinero pero en Europa o Dubai. Uno de los correos electrónicos del 22 de mayo, Ceto acusó a Imperium por incumplimiento de pago en la tarifa de alquiler. El mismo correo expresaba la preocupación que la empresa tenía por algunos de los involucrados en la venta del cargamento de Irán a Venezuela.
En uno de los correos Ceto informó a Imperium sobre la notificación que hizo a la compañía nacional de productos petrolíferos iraníes. “No pudimos continuar esta cooperación con Alex Sabb”, un posible error ortográfico de Alex Nain Saab Moran, acusado por Estados Unidos el año pasado por cargos federales de lavado de dinero.
Saab fue detenido el 12 de junio en Cabo Verde cuando el avión donde viajaba de Caracas a Teherán hizo una parada estratégica en la isla. Su detención se realizó a solicitud de los Estados Unidos con una alarma activa de Interpol.
En el tiempo que Victor 1 debió llegar a Venezuela, Libre Abordo se declaró en quiebra y luego fue sancionada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. A través de los correos electrónicos no se detalla si el pago fue la única razón por la cual el barco nunca partió o si se trató de la bancarrota en la que entró Libre a Abordo, sin embargo, lo cierto fue que la gasolina no llegó a Venezuela.
Libre Abordo no respondió ninguno de los correos electrónicos enviados por Ceto, incluso los documentos quedaron sin respuesta. Por su parte Alexander Rodríguez, el supuesto encargado de los correos electrónicos enviados por Imperium, no dio respuesta alguna a las llamadas ni a los correos en busca de una respuesta. En correos electrónicos separados a refinadores en marzo, Rodríguez se identificó como un empleado de Libre Abordo.
En lo que respecta a Imperium, documentos corporativos señalan a Giagkos Stylianou como accionista de la empresa. Cuando fue contactado Stylianou aseguró tener un acuerdo con una parte desconocida para representar a Imperium, sin embargo no conocía ningún trato con Irán. “Lo que entendí después de investigarlo es que hay alguien que está usando ilegalmente esta compañía para su propio beneficio”, dijo Stylianou en un comunicado, sin dar más detalles, reseña Bloomberg.
Los cinco buques que transportaron un total de 1,5 millones de barriles de gasolina entre mayo y junio a Venezuela, junto con sus capitanes, fueron sancionados por Estados Unidos.
Según el Departamento del Tesoro de los EE.UU., los cinco buques eran petroleros de bandera iraní fletados por la República Islámica de Irán y la Compañía Nacional de Petroleros de Irán.
Los datos de seguimiento de buques muestran que el Victor 1 flotó en Omán durante más de tres meses y descargó su carga en los Emiratos Árabes Unidos el 23 de julio.
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