Un descubrimiento basado en una familia pakistaní que podía caminar sobre brasas sin sentir dolor ha llevado a un avance médico significativo: la aprobación de suzetrigina, el primer analgésico de una nueva clase en más de dos décadas. Según informó CNN, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) dio luz verde a este medicamento el jueves, marcando un hito en el tratamiento del dolor agudo sin recurrir a opioides.
De acuerdo con el medio, suzetrigina, que será comercializada bajo el nombre de Journavx, es una píldora de 50 miligramos que se administra cada 12 horas tras una dosis inicial más alta. Este medicamento representa una alternativa crucial en un contexto donde los opioides, aunque efectivos, han generado una crisis de adicción y dependencia en millones de personas.
“Una nueva clase terapéutica no opioide para el dolor agudo ofrece una oportunidad para mitigar ciertos riesgos asociados con el uso de opioides y proporciona a los pacientes otra opción de tratamiento”, afirmó la doctora Jacqueline Corrigan-Curay, directora interina del Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA, en un comunicado citado por CNN.
Un enfoque innovador para bloquear el dolor sin afectar otras sensaciones
A diferencia de los opioides, que actúan en el cerebro para reducir la percepción del dolor, suzetrigina opera de manera distinta. Según explicó el doctor Sergio Bergese, anestesiólogo de la Escuela de Medicina Renaissance de la Universidad Stony Brook, el medicamento bloquea las señales de dolor en los nervios antes de que lleguen al cerebro. “Lo que hace este fármaco es interrumpir esa ruta, de modo que, aunque exista una lesión en el tejido, el cerebro no lo percibe”, detalló Bergese.
El mecanismo de suzetrigina se basa en el bloqueo de un canal de sodio específico que transmite señales de dolor sin afectar otras sensaciones, como el tacto o la temperatura. Este enfoque fue posible gracias a investigaciones iniciadas hace 25 años, cuando científicos estudiaron a una familia en Pakistán que carecía de un gen necesario para que los nervios de la piel transmitieran señales de dolor. Según CNN, los miembros de esta familia podían sentir el calor de las brasas, pero no experimentaban dolor al caminar sobre ellas. Este descubrimiento permitió a los investigadores identificar cómo bloquear el dolor sin afectar otras funciones neuronales.
Desafíos en el desarrollo y potencial para futuras innovaciones
El desarrollo de suzetrigina enfrentó múltiples obstáculos antes de su aprobación. Según el doctor Stephen Waxman, director del Centro de Investigación en Neurociencia y Regeneración de la Escuela de Medicina de Yale, los nervios generan impulsos eléctricos mediante canales de sodio, que funcionan como pequeñas baterías moleculares.
Identificar un fármaco que pudiera bloquear un canal específico sin interferir con otros procesos neuronales fue un desafío que tomó décadas. “Es un paso importante, porque demuestra que un bloqueador de canales de sodio puede reducir el dolor en humanos”, afirmó Waxman, quien no tiene vínculos financieros con el medicamento.
La aprobación de suzetrigina también abre la posibilidad de desarrollar una segunda generación de medicamentos aún más efectivos, según destacó Waxman. Este avance podría transformar el tratamiento del dolor en un contexto donde la crisis de opioides sigue cobrando vidas en Estados Unidos.
Resultados clínicos prometedores, pero con limitaciones en ciertos tipos de dolor
Los ensayos clínicos realizados por Vertex Pharmaceuticals, la compañía que desarrolló suzetrigina, mostraron resultados alentadores en el tratamiento del dolor agudo tras cirugías abdominales y de pie. Según los datos reportados por CNN, una cantidad similar de pacientes que tomaron suzetrigina experimentó una reducción del dolor de al menos el 50% en comparación con aquellos que usaron Vicodin, un analgésico que combina acetaminofén y el opioide hidrocodona. Sin embargo, los estudios no compararon directamente la eficacia de ambos fármacos, lo que dificulta determinar cuál es más efectivo.
En una escala de dolor de 0 a 10, los participantes comenzaron con un nivel promedio de 7, y suzetrigina logró reducirlo en aproximadamente 3,5 puntos. Aunque representa una mejora significativa, no elimina por completo el dolor. “No se trata de eliminar todo el dolor, sino de reducirlo en un 50%”, explicó Stuart Arbuckle, director de operaciones de Vertex Pharmaceuticals.
No obstante, los resultados no fueron igual de favorables en el tratamiento del dolor crónico. En un estudio con pacientes que sufrían de ciática, suzetrigina redujo el dolor en aproximadamente 2 puntos, un resultado similar al del placebo. Según CNN, esto sugiere que el medicamento podría no ser ideal para todos los tipos de dolor crónico. A pesar de ello, Vertex Pharmaceuticals sostiene que el fármaco ha mostrado eficacia en otros tipos de dolor crónico, como la neuropatía diabética, y continúa investigando su potencial en estas áreas.
El alto costo del medicamento podría limitar su acceso a los pacientes
Aunque la aprobación de suzetrigina ha sido recibida con entusiasmo por médicos y especialistas en manejo del dolor, el costo del medicamento podría representar un obstáculo para algunos pacientes. Según CNN, Vertex Pharmaceuticals ha establecido un precio mayorista de 15,50 dólares por cada píldora de 50 miligramos.
La doctora Kimberley Mauer, anestesióloga de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón, señaló que el acceso al medicamento dependerá en gran medida de las decisiones de las compañías de seguros sobre su cobertura. “Podría limitar el acceso de algunos pacientes. Tendremos que esperar y ver cómo se desarrolla en el mercado”, comentó Mauer.
Para mitigar este problema, Vertex Pharmaceuticals ha anunciado que implementará programas de asistencia para pacientes, aunque aún no está claro cómo funcionarán ni cuántas personas podrán beneficiarse de ellos.
Un avance necesario en la lucha contra la crisis de opioides en Estados Unidos
La aprobación de suzetrigina llega en un momento crítico, cuando la necesidad de alternativas a los opioides es más urgente que nunca. Según datos citados por CNN, alrededor de 80 millones de estadounidenses reciben recetas para tratar dolor moderado a severo cada año, y aproximadamente la mitad de estas recetas son para opioides. Estos medicamentos, aunque efectivos, han contribuido a una epidemia de adicción que ha cobrado miles de vidas.