La economista jefa del Fondo no ve problemas de sostenibilidad de la deuda en la zona euro y confía en que los precios de la energía se desinflen en primavera.
Justo cuando el tren de la economía mundial ve la luz al final del túnel, dos nuevos riesgos se atraviesan en la vía. Los cuellos de botella en la industria y el encarecimiento de la energía han hecho sonar las alarmas en los grandes centros de decisión, y la subida de precios amaga con convertirse en un obstáculo de grandes dimensiones: para el bolsillo de las familias y para los bancos centrales, que soportan una presión cada vez mayor de quienes ven inminente una subida de los tipos de interés. Este cóctel ha llevado al Fondo Monetario Internacional (FMI) a rebajar marginalmente sus previsiones esta semana, pero su economista jefa, Gita Gopinath (Calcuta, 49 años), mantiene un tono mucho más cauto al otro lado de la pantalla. La estanflación —crecimiento estancado con inflación alta, la mayor pesadilla para un economista— está lejos de ser una realidad, dice. Y confía en que la energía dé tregua a partir de la próxima primavera. La incertidumbre es enorme, sí, pero con el crecimiento global rozando el 6% la economista india no ve motivos para pensar en un descarrilamiento inminente.
Pregunta. ¿Hasta qué punto está en riesgo la recuperación?
Respuesta. Los riesgos son elevados y han aumentado en los tres últimos meses: por las disrupciones prolongadas en las cadenas de suministro, por la tormenta perfecta en los mercados energéticos y porque los dilemas de la política económica se han vuelto más complejos. Todo eso nos ha llevado a un debilitamiento y a un entorno más incierto.
P. ¿Cuánto tiempo más seguirán pesando estos factores?
R. Mi expectativa es que estos vientos de cara, especialmente el alto precio de la energía, empezarán a diluirse a mediados de 2022. La subida del gas natural ha sido muy rápida y el invierno puede ser difícil: si es normal, estaremos en una mejor posición; pero si es frío, podemos ver escasez y cortes generalizados, lo que golpearía la economía. Sin embargo, si miramos más allá a la primavera, lo que dicen los futuros es que los precios [energéticos] bajarán bastante. Pensamos que así será: que se trata de algo transitorio. En el caso de las cadenas de suministro, creemos que [los cuellos de botella] persistirán hasta mediados del año que viene. El riesgo más importante, con todo, sigue siendo una nueva variante del virus.
Los precios altos de la energía empezarán a diluirse a mediados del año que viene
P. El consenso sigue apuntando a que la presión inflacionaria se diluirá a lo largo de 2022, pero cada vez hay más voces que apuntan a que puede ser un episodio no tan transitorio…
R. Las proyecciones están sujetas a una alta incertidumbre, pero esperamos que la inflación también regrese a un rango más moderado a mediados del año que viene.
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