El abogado Ben Crump elogió el martes la condena de un ex policía blanco por el “asesinato” del afroestadounidense George Floyd como “un punto de inflexión en la historia” de Estados Unidos.
“La justicia obtenida con dolor finalmente ha llegado para la familia de George Floyd”, tuiteó Crump cuando Derek Chauvin fue declarado culpable de los tres cargos de asesinato y homicidio involuntario de los que era acusado, en una decisión unánime de un jurado de Minneapolis.
“Este veredicto es un punto de inflexión en la historia y envía un mensaje claro sobre la necesidad de rendición de cuentas por parte de las fuerzas del orden. ¡Justicia para el Estados Unidos negro es justicia para todo Estados Unidos!”, afirmó.
Derek Chauvin, ex policía de Minneapolis, norte de Estados Unidos, fue hallado culpable este martes en decisiones unánimes de un jurado de siete mujeres y cinco hombres que deliberó a puerta cerrada durante menos de dos días al final de un juicio de tres semanas.
Chauvin, de 45 años, podría pasar décadas tras las rejas por el asesinato de Floyd el 25 de mayo de 2020, que provocó protestas contra la injusticia racial y la brutalidad policial en todo el mundo.
El anuncio del veredicto provocó una explosión de alegría frente a la corte.
El lunes más de 400 personas marcharon por las calles de la ciudad para exigir la condena de Chauvin, coreando “el mundo está mirando, nosotros estamos mirando, haz lo correcto”. Por ese motivo, las autoridades de esa ciudad, así como en otros puntos del país, desplegaron un amplio operativo de seguridad ante eventuales disturbios. En Washington, la Guardia Nacional dijo que dispondría de unos 250 efectivos “para apoyar a la policía local” ante posibles manifestaciones.
Quién era George Floyd
Cuando George Floyd era un ala cerrada del equipo de fútbol americano de la escuela secundaria Jack Yates en Third Ward, Houston, uno de los barrios predominantemente afroestadounidenses de la ciudad, sus compañeros lo veían como uno de los atletas más prometedores del vecindario, uno de esos que tienen permiso para soñar en grande.
Anotaba touchdowns o canastas casi a placer, valiéndose de un físico dotado para convertirse en profesional. Tanto, que su equipo escolar llegó a la final estatal de 1992 y pudo saborear la sensación de jugar en un gran estadio, el Astrodome. Aunque perdió ese partido 38 a 20 contra la escuela Temple, Floyd pensaba en grande.
La altura de Floyd lo hacía naturalmente propenso a ser tentado por el baloncesto, deporte en el que forjó amistades con jugadores que luego serían muy conocidos, como el ex campeón de la NBA Stephen Jackson. El ex San Antonio Spurs relató que al conocerse los sorprendió el parecido físico entre sí. “La primera pregunta que hicimos: ‘¿Quién es tu papá, quién es tu papá?’ Y fue a partir de ahí que dijimos que éramos hermanos gemelos. Siempre salíamos juntos, cada vez que iba a Houston, era mi primera parada para recogerlo”, recordó.
La carrera deportiva de quien ahora es recordado como un “gigante amable” se deshizo en la universidad de Texas A&M Kingsville, donde asistió tras graduarse en Jack Yates durante 1993.
Christopher Harris, un amigo de toda la vida de Floyd, reveló que éste se mudó a Minneapolis desde su Houston natal hace varios años con la esperanza de encontrar trabajo y rehacer su vida a los 40 años. Tras sus frustraciones como deportista, fue acusado en 2007 de robo a mano armada tras asaltar una casa en Houston y en 2009 fue sentenciado a cinco años de prisión como parte de un acuerdo de culpabilidad, según documentos judiciales.
Tuvo una hija, cuyo nombre se ha mantenido en reserva, que ahora tiene seis años y vive en Houston con su madre, Roxie Washington. Harris dijo que convenció a Floyd de trasladarse a Minnesota con algunos amigos en busca de trabajo alrededor de 2014, después de salir de la cárcel.
Increíblemente, entre sus ocupaciones se cruzó con quien luego se convertiría en su homicida. Aunque Maya Santamaria, dueña de El Rodeo Club, no puede confirmar que se conocieran personalmente, sí sabe que tuvo a Floyd como empleado y al policía Chauvin como personal de seguridad haciendo horas extras durante casi 17 años.
“Estaba buscando comenzar de nuevo, un nuevo comienzo”, dijo Harris. “Estaba contento con el cambio que estaba haciendo”. Floyd consiguió un trabajo de seguridad en una tienda del Ejército de Salvación en el centro de Minneapolis. Más tarde tuvo dos empleos, uno conduciendo camiones y otro como seguridad en Conga Latin Bistro, donde era conocido como “Big Floyd”.
Floyd fue despedido cuando Minnesota cerró los restaurantes como parte de la cuarentena generada por la pandemia de coronavirus, que imponía quedarse en casa. Harris intentó ayudar a Floyd al darle información para contactar a una agencia de empleos temporales: “Estaba haciendo lo que fuera necesario para seguir adelante con su vida”.
Con información de AFP
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