El director de la CIA, William J. Burns, entregó una advirtió a los principales servicios de inteligencia de Rusia que enfrentarán “consecuencias” si están detrás de la serie de misteriosos ataques conocidos como “Síndrome de La Habana”, que afectaron a los diplomáticos y espías estadounidenses en todo el mundo.
De acuerdo con el Washington Post, esa advertencia fue hecha de forma confidencial durante un viaje de Burns a Moscú a principios de este mes, y agregó que dicha confirmación supondría ir más allá de los límites del comportamiento aceptable para un “servicio de inteligencia profesional”.
Con todo, el diario estadunidense, basado en reportes de fuentes anónimas, aclaró que el funcionario no responsabilizó directamente a Rusia, sino que señaló la posibilidad de su implicación, dando cuenta de que, cuatro años más tarde, Estados Unidos aún no ha podido dar con la causa detrás de los ataques acústicos.
Mientras tanto, la Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI) reconoció este miércoles por primera vez que algunos de sus agentes también sufren el llamado ‘síndrome de La Habana’, en alusión a los “ataques acústicos” que fueron detectados por primera vez en la capital cubana.
El FBI, que en un primer momento aseguró a un empleado que no está autorizado a dar consejo médico alguno y que tampoco existe un programa médico para trabajadores actuales o retirados, considera ahora que el problema es una “prioridad” y que se dará atención médica a todos los empleados que se hayan visto afectados.
“El FBI se toma en serio a todo el personal del Gobierno estadounidense que informa de los síntomas”, señaló la agencia en un comunicado, que añadió que había enviado mensajes a su personal sobre cómo responder e informar si experimentan un incidente, y dónde pueden recibir tratamiento médico.
En este sentido, la agencia ha admitido oficialmente que algunos de sus trabajadores sufren el síndrome, advirtió la cadena de televisión NBC. La decisión ha sido tomada después de que el mes pasado un ex agente del FBI asegurara sufrir síntomas del ‘síndrome de La Habana’ tras visitar un país “cercano a Rusia”.
El antiguo empleado señaló entonces bajo condición de anonimato que sufre vértigos, cansancio y fuertes jaquecas debido a su trabajo en un país que no ha querido identificar, si bien matizó que habría sido enviado a una Embajada supuestamente expuesta a una operación rusa de “interferencia electrónica” que interrumpió las comunicaciones durante dos semanas.
En 2016 y 2017, funcionarios estadounidenses en Cuba sufrieron una serie de problemas de salud, englobados posteriormente en lo que ahora se conoce como ‘el síndrome de La Habana’.
Desde entonces cientos de diplomáticos, personal militar y altos cargos estadounidenses ha dicho haberse visto afectados por este síndrome, que se caracteriza por provocar síntomas como mareos, nauseas, vértigos, migrañas, entre otros. El Departamento de Estado de Estados Unidos considera que los diplomáticos podrían haber sido expuestos a algún ataque acústico no identificado, aunque por el momento no han llegado a una conclusión definitiva.
En julio, Burns ya había mencionado que Moscú podría estar detrás de estos episodios, aparentemente inexplicables. No obstante, Rusia ha negado estas acusaciones y ha tildado de falsos estos informes.
Para dirigir un grupo de trabajo de la agencia sobre el síndrome de La Habana, William Burns eligió recientemente a un espía encubierto de carrera que participó en la búsqueda que condujo al asesinato del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden.
Con información de EuropaPress y Reuters
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