Estos negociadores, los de Guaidó y Maduro, se han tomado el trabajo en serio. Hasta la carpintería importa. Y la carpintería implica el punto de la vocería. Los negociadores no siguen el esquema de las otras experiencias de diálogo. Noruega impuso las reglas. Y los negociadores las cumplen. Así lo reseña Konzapata.
Por Juan Carlos Zapata / Konzapata.
Parece un detalle. Pero importa tanto que la vocería la lleve solamente el mediador. De allí los comunicados del gobierno de Noruega. En esos comunicados se informa que las partes se sentaron, dónde se sentaron, y la voluntad que demostraron para sentarse, por lo que hasta una felicitación del mediador obtienen los equipos de Juan Guaidó y Nicolás Maduro por su buena conducta. Los comunicados también les exigen discreción. Que no se les vaya la lengua para no afectar el proceso.
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Y eso han hecho los equipos de Guaidó y Maduro. Si acordaron una sola vocería, y esa es la del gobierno de Noruega, no pueden romper el acuerdo. Tanto así que el mismo Guaidó, preguntado este martes sobre el retorno a la mesa de negociación, se limitó a decir que es Noruega la que debe anunciarlo.
El gobernador del estado Miranda y uno de los negociadores por Maduro, ofreció este martes una explicación en entrevista con el Circuito Unión Radio. De entrada dijo Héctor Rodríguez que muchas vocerías en nada contribuyen. Y hay un aspecto práctico: “Terminamos una parte respondiendo a la otra”. O sea, cuando uno habla el otro tiene que decir algo más, y así comienza la escalada que termina confabulando contra la negociación. En este sentido habrá que decir que el primero en romper la regla fue Nicolás Maduro cuando comenzó a hablar de los seis puntos. Afortunadamente, desde el equipo de Guaidó, y el mismo Guaidó, no se dieron por aludidos. La mesa siguió su curso. La mesa que es continua y busca ser un proceso expedito.
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