El kirchnerismo sigue metiendo presión a Alberto Fernández una semana después del voto de Argentina contra Venezuela en la ONU. Esta vez colocan al presidente del país a deshojar la margarita en si su administración permanece en el Grupo de Lima con fuerte influencia de Estados Unidos o finalmente da un golpe a la mesa y se levanta de esa coalición de países que rechazan al régimen de Nicolás Maduro.
Por Primer Informe
El ala de la coalición de Gobierno más dura y estridente exige al Presidente que abandone el foro regional liderado por Brasil y Colombia, firmes aliados del gobierno interino de Juan Guaidó.
El martes próximo habrá una reunión de cancilleres del Grupo de Lima en la que está planteada una nueva declaración en contra del régimen venezolano. Lo más probable es que el foro regional de un fuerte aval en el informe emitido por la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, quien denunció graves violaciones a los derechos humanos.
El Grupo de Lima también se propone reiterar su exigencia de unas elecciones libres, transparentes e independientes en Venezuela para buscar reemplazar a Maduro con un claro apoyo al presidente interino Juan Guaidó y en línea con el gobierno de Estados Unidos.
El canciller Felipe Solá no definió aún si formará parte de esas deliberaciones o si incluso la Argentina, como lo hizo en enero pasado, terminará votando por separado del resto de los países del Grupo Lima.
No obstante, más allá de la decisión del canciller argentino, la dirigencia dura del kirchnerismo y el Frente de Todos que forma parte del Gobierno de Fernández, adelantaron que es hora de Argentina se retire del Grupo de Lima y se distancie de las supuestas “posturas extremistas de Washington que continúa alentando a estos sectores para promover una eventual intervención en Venezuela.
Alicia Castro, la ex embajadora en Venezuela que enfrenta la política exterior del Gobierno de Fernández, dijo el sábado que “la Argentina debería retirarse del Grupo de Lima, un grupo subalterno creado con el propósito explícito de debilitar la integración regional de América Latina y el Caribe, desarticular la UNASUR y reunir a los aliados regionales de los Estados Unidos con el objetivo de erosionar al gobierno de Venezuela y procurar un cambio de régimen”.
La ex embajadora de Venezuela en una nueva ofensiva contra Alberto Fernández y Felipe Sola comentó a medios que “el Gobierno había prometido retirarse del Grupo de Lima, creado por Macri, Temer y otros gobiernos de derecha de la región, y luego matizó su incomprensible permanencia prometiendo que nunca acompañaría los votos y decisiones del Grupo de Lima”.
Castro no es la única del kirchnerismo que considera que Argentina debe abandonar el Grupo de Lima. El ex embajador en Bolivia y referente de la dirección del Frente de Todos, Arel Basteiro, afirmó tajantemente que “Argentina debe irse del Grupo Lima ya que ese espacio no refleja la postura argentina”.
Basteiro quien es un colaborador en consultas del Instituto Patria dirigido por Cristina Kirchner, comentó al portal argentino Infobae estar convencido de que “el Grupo Lima no tiene ninguna organicidad, lo cual entrar o salir es difuso” pero abogó porque la Argentina se aleje de inmediato de ese espacio por la fuerte influencia que allí ejerce Washington.
Eduardo Sigal, referente del Frente de Todos en política exterior y ex dirigente del Partido Comunista, está alineado con la Vicepresidenta Kirchner y también ha abogado por la renuncia al Grupo de Lima. “Las relaciones internacionales y la participación en sus organismos no pueden estar sujetas a humores temporarios sino a una estrategia de inserción en el mundo acorde con los objetivos de desarrollo que uno establezca en cada etapa para su país”, expresó Sigal al mencionado medio sureño.
En esta línea, el representante de la coalición peronista remarcó que “si el Grupo de Lima se propone entrometerse en los asuntos de terceros países como Venezuela, Argentina debería mantener una posición firme de oposición y de defensa de la autodeterminación y no intromisión en los asuntos internos de otros países. Esa doctrina nos acompaña hace más de 100 años. Si no se respeta ese principio habría que retirarse sin dudarlo”.
En esta misma línea, más de 500 referentes de la izquierda latinoamericana le entregaron una carta abierta al Presidente en donde rechazaron el voto de la Argentina la ONU, que ratificó la existencia del plan sistemático de violaciones a los derechos humanos que se ejecuta en Venezuela.
¿Qué dice la embajadora de Guaidó en Buenos Aires?
Elisa Trotta Gamus, representante consular del gobierno interino de Venezuela, manifestó su intención de encontrarse con el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. «En enero hubo un desconocimiento hacia el Gobierno legítimo de Venezuela presidido por Juan Guaidó», reprochó.
«Ahora hubo un paso muy importante, un entendimiento importante ante las violaciones de derechos humanos. Llevamos años denunciando lo que sucede en Venezuela», dijo durante una entrevista con Román Lejtman en Radio Rivadavia, en donde destacó que «cuando se habla de derechos humanos no se puede hablar de ideologías».
Consultada sobre si solicitó un encuentro formal con el Canciller, la embajadora designada por Guaidó señaló que «todavía no hemos tenido la oportunidad. Hemos agradecido y esperamos muy pronto poder concretar un encuentro, porque es lo que facilita el diálogo».
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