Cuando el centro marítimo de La Guaira negó al centro de coordinación de rescate de Curacao que el Naiguatá se estaba hundiendo e incluso le negó el incidente entre el buque portugués Resolute y el guardacostas venezolano, el barco con bandera del país europeo continuó su viaje. Así lo determina un informe ordenado por Portugal, para quien lo ocurrido con el hundimiento del guardacostas venezolano fue un hecho no accidental iniciado por la armada venezolana, que resultó con la pérdida total del navío de la Armada Bolivariana.
Por Sebastiana Barráez / Infobae
Así se deduce de un Informe técnico, elaborado por la Oficina de Investigación de accidentes Marítimos y la Autoridad para la Meteorología Aeronáutica (GAMA), servicio de la Administración Central del Estado, de la República Portuguesa, con la misión de investigar accidentes e incidentes marítimos, con la mayor eficiencia posible, identificando las posibles causas. Destacan que el informe fue preparado respetando las normas de la Organización Marítima Internacional (OMI) y siguiendo lo establecido por la Unión Europea.
Especifican que las investigaciones de la GAMA son independientes de organismos reguladores, operadores u otros. Aclaran que el objetivo de la investigación no es determinar culpabilidad o responsabilidad, por lo que el informe no debe usarse para demandas, ni ser usado en la corte como evidencia.
Hacen un Resumen resaltando que el 30/03/2020 a las 01:05 horas, RCGS Resolute recibe un llamado, por radio VHF, por parte del guardacostas de la armada venezolana Naiguatá GC-23. “Durante las comunicaciones Naiguatá GC-23 abrió fuego y se acercó a RCGS Resolute. Ambas embarcaciones estaban en marcha y en cursos paralelos a corta distancia cuando la proa del puerto de Naiguatá colisionó con RCGS Resolute a proa de estribor. Del hecho resultó la conexión a tierra y la pérdida total del buque de la armada venezolana Naiguatá GC-23”.
Resumen
“Las investigaciones de GAMA Security Techniques se llevan a cabo de forma independiente y por separado de cualquier otra investigación”, se especifica en el informe. El único objetivo que dicen tener con la investigación “es contribuir a la prevención y reducción de accidentes”.
El incidente que involucró al buque de registro portugués RCGS Resolute y al navío de la Marina venezolana Naiguatá GC-23, que resultó en la pérdida total de éste último, “se clasifica, en los términos previstos en la Ley no. 18/2012, del 7 de mayo y en el Código de Investigación de Accidentes Marítimos de la Organización Marítima Internacional (OMI) como un hecho no accidental, considerando que un accidente marítimo es un evento o una secuencia de eventos, directamente relacionado con las operaciones de un barco, con la excepción de actos u omisiones deliberadas”.
La comunicación
Detalla el informe que “El 05/03/2020, a las 21:58 horas el barco de pasajeros de Bandera portuguesa salió del Puerto de Buenos Aires, Argentina, sin pasajeros y con 32 tripulantes a bordo, con destino al puerto de Curazao, con fecha de llegada el 31/03/2020. El 28/03/20 a las 22:00 horas, en la posición geográfica latitud 11º 24.61 ’N y longitud 064º 41.28 ’W el barco RCGS Resolute detuvo las máquinas de propulsión y comenzó un período de deriva para Mantenimiento principal de la máquina”.
“Este periodo fue interrumpido el 29/03/2020, a las 18:35 horas, en la posición 11º 04.13 ‘N de latitud y 065º09.78’W de longitud y el barco navegó entre 292º y 280º hasta las 20:00 horas. El barco fue de nuevo a la deriva para efectuar reparaciones de turbocompresores hasta las 01:00 horas del día 30/03/2020, cuando comenzó con la máquina babor durante comunicaciones con la Armada Venezolana”.
El 30/03/2020, a las 00:00 horas, el RCGS Resolute volvió a la deriva, reza el informe, “cuando el buque de la Armada venezolana Naiguatá GC-23 hizo contacto de radio establecido (VHF) en el canal (Ch) 16, a las 00:15 horas. El buque RCGS respondió a la llamada”. A las 00:15 horas Naiguatá GC-23 hizo las siguientes preguntas y obtuvo de Resolute RCGS las siguientes respuestas:
Comandante del Resolute estaba en el puesto de timón o puente, tratando de establecer contacto el Naiguatá. “Debido a dificultades de comunicación o auxiliar a bordo (personal capaz de comunicarse en español) del RCGS Resolute fue llamado al puente”.
El buque de la Armada venezolana exigió que Resolute lo siguiera a Porto Moreno, Isla Margarita, alegando que el buque portugués estaba en aguas territoriales venezolanas.
El comandante del barco contactó a la Compañía (propietario) por teléfono para solicitar asesoramiento.
El buque Naiguatá GC-23, declaró que usaría armas porque Resolute no lo siguió y las comunicaciones finalizaron.
El Resolute informó al buque Naiguatá GC-23 que reanudaría el viaje a Curazao.
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